Junior Guerra con un panorama interesante en los Angelinos

Varias cualidades de Junior Guerra rankearon entre las mejores de lanzador alguno en las mayores el año pasado. Desafortunadamente para el criollo, otras tantas estuvieron entre las peores, lo que impidió que sus aspectos positivos recibieran el reconocimiento merecido. Para resumir su campaña 2020, podemos decir que fue un típico caso en el que se destruyó con los pies lo que se construyó con las manos.

Ahora, Guerra, de 36 años de edad, tendrá la prometedora oportunidad de hacer los ajustes requeridos para establecerse como uno de los brazos de confianza del dirigente Joe Maddon con los Angelinos, divisa que recientemente llegó a un acuerdo de ligas menores con el derecho, según reportó este sábado el Orange County Register.

El oriundo de San Félix disputó en 2020 con los Cascabeles su sexta temporada en el máximo escenario, registrando cifras realmente interesantes gracias a la buena rotación de su recta, que se ubicó en el percentil 85, así como también al movimiento de su curva (percentil 75).

No obstante, donde Guerra se coló entre los mejores en todo el beisbol en la campaña anterior fue a la hora de evitar los batazos contundentes.

“Juni” se posicionó en el percentil 95 en el porcentaje de contacto fuerte de sus rivales, mientras que también destacaron sus ubicaciones en las categorías de velocidad de salida de las conexiones en su contra (83) y porcentaje de batazos recibidos con la parte gruesa del madero (80)

Los boletos fueron su mal:

Dichas estadísticas reflejan lo efectivo que puede ser el veterano cuando tiene control sobre la zona, pero sus principales problemas han llegado justamente por la incapacidad de controlar sus envíos con frecuencia. En las últimas dos zafras, Guerra ha otorgado 4.3 pasaportes por cada nueve entradas, incluyendo su marca de 5.7 en la recortada temporada 2020.

Ese descontrol, sumado a su baja cantidad de ponches – rankeó en el percentil 31 en porcentaje de recetados el año pasado – no convenció al alto mando de Arizona de darle una nueva oportunidad para este venidero torneo, razón por la que el venezolano fue dejado en libertad a finales de noviembre.

En general, el derecho dejó una efectividad de 3.04 en 23 entradas y dos tercios de labor como relevista con las serpientes.

Si bien los Angelinos están lejos de contar con algún “as” natural en su rotación abridora actual, es muy posible que, a estas alturas de su carrera, la opción más clara de Guerra para hacer el equipo grande sea manteniéndose como relevista.

En su trayectoria en la gran carpa hasta ahora con Medias Blancas, Cerveceros y Cascabeles, el brazo perteneciente a los Tiburones de La Guaira en la pelota venezolana tiene efectividad de 3.90 en 60 aperturas; mientras que en el resto de sus 112 apariciones, todas como miembro del bullpen, dejó una marca mucho más llamativa de 3.42.

Con un mánager de mentalidad abierta como ha demostrado ser Maddon en su larga carrera en MLB, además de con un pitcheo de Los Ángeles que ha sido el punto débil del club por varios años, Guerra tendrá una oportunidad dorada en 2021 de no solo mantenerse en el máximo nivel del beisbol, sino también de regresar a la postemporada con unos serafines que cuentan con una de las ofensivas más temibles de la Liga Americana, gracias a la presencia de estrellas como Mike Trout, Anthony Rendón, Albert Pujols y Shohei Ohtani.

Escrito por: Andrés Espinoza Anchieta | @AndresEspinoza

Foto: AP.

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