Luzardo con un rol más importante que nunca en el presente de los Atléticos

Desde el segundo en el que los Atléticos tiraron del gatillo el 16 de julio de 2017, cuando adquirieron a Jesús Luzardo vía cambio desde los Nacionales, se sabía que la divisa estaba colocando gran parte de sus esperanzas futuras en el siniestro venezolano. Poco más de tres años después, el brazo tiene un peso aún mayor sobre sus hombros.

Luego de estrenarse en las mayores a finales de 2019 y de iniciar su primera campaña en el máximo escenario este año, Luzardo se prepara para una venidera temporada en la que tendrá un papel protagónico en el desempeño de los californianos.

Es cierto que Oakland cuenta con otras jóvenes figuras que podrían alternarse el timón del club, como es el caso del antesalista Matt Chapman y del primera base Matt Olson, pero el serpentinero será la punta de lanza en un staff de pitcheo con mucho talento, pero también con varias interrogantes.

En 2020, Luzardo formó parte de una rotación que, si bien era muy prometedora en un inicio, no terminó dando todos los resultados esperados. Frankie Montas, abridor de la jornada inaugural en la zafra anterior, tuvo un sólido desempeño en sus primeras cuatro aperturas, pero luego de que una molestia en la espalda lo obligara a postergar su siguiente aparición, el diestro nunca retomó su ritmo.

Por su parte, Sean Manaea, Mike Fiers y el mismo Luzardo intercambiaron buenas y malas presentaciones a lo largo de la recortada campaña, dejando al mánager Bob Melvin con la incertidumbre de qué versión de dichos lanzadores se presentaría en cada ocasión.

Un “as” inesperado

Chris Bassitt fue la gran excepción en el quinteto, pues mantuvo un gran nivel durante todo el torneo, incluyendo la postemporada. No obstante, si bien el derecho ha registrado números más interesantes de los pensados en su carrera, 2020 fue el año en el que por primera vez se coló en la conversación de los mejores pitchers de la liga, por lo que en la próxima temporada tendrá la difícil tarea de demostrar que puede sostenerse en la élite.

¿Por qué entonces el mayor peso recae sobre un Luzardo que viene de un año titubeante? Porque ninguno de los brazos previamente mencionados tiene el potencial del nacido en tierras peruanas, cuando menos ante los ojos de Billy Beane y del resto de los ejecutivos del club.

“Esperamos que sea un lanzador que esté en el tope de la rotación, como siempre lo hemos previsto”, comentó recientemente Melvin en un encuentro con la prensa norteamericana. “Pitchó algunos juegos dominantes y también tuvo otros complicados a los que no está acostumbrado. Por lo general, él consigue outs con facilidad, pero el año pasado, en especial mientras el calendario avanzaba y nos enfrentábamos a algunos de los mejores equipos en la postemporada, tuvo sus fallas. Creo que los problemas que tuvo ahora los ve como aprendizajes”.

Luzardo, recio sobre el ruedo

Además de su portentoso brazo, el zurdo de padres zulianos es bien conocido por su confianza y actitud sobria sobre el montículo. Tales características, junto con buen desempeño como relevista en septiembre de 2019, le sugirieron a Melvin que Luzardo estaba listo para lanzar frente a un estadio repleto, en un juego de vida o muerte ante los Rays en los playoffs.

El criollo respondió con tres innings en blanco en el duelo por el comodín del joven circuito, y aunque este año los resultados de “Baby Jesus” no fueron tan positivos en octubre, el timonel de los A’s volvió a colocarlo en posiciones de mucha presión, como fue el caso con el primer choque de los playoffs frente a los Medias Blancas, y con el tercer compromiso en la Serie Divisional ante los Astros, en el que Oakland estaba contra la pared tras caer en los primeros dos desafíos.

“No me preocupo por el tema de la confianza con Jesús. Estoy seguro de que está viendo lo que pasó este año como una experiencia para aprender. Cómo hacer las cosas un poco diferentes, pues tiene las herramientas para lograrlo. De hecho, creo que en realidad va a ganar aún más confianza de ahora en adelante”, agregó Melvin.

Luzardo rankeó en percentiles poco alentadores en los renglones de velocidad de salida de las conexiones en su contra (38), contacto fuerte a sus envíos (53) e incluso en el porcentaje de ponches (53), pero también dio señales claras de su potencial, como lo reflejan sus percentiles de porcentaje de boletos (72), velocidad de su recta (82) y movimiento de la misma (79)

En general, la promesa cerró su primera campaña completa en las mayores con una efectividad de 4.12 en 12 presentaciones, nueve de ellas como iniciador. En sus 59 innings lanzados, Luzardo ponchó a la misma cantidad de rivales, regaló 17 pasaportes y tuvo un WHIP de 1.271.

“Sabiendo lo que necesita trabajar y hacer, tiene un techo muy alto. Va a lanzar en la cima de nuestra rotación por un buen tiempo y esperamos que eso comience el año que viene. Sé que tiene altas expectativas de sí mismo y nosotros también las tenemos”, añadió el capataz.

A liderar una rotación de incógnitas

En una todavía joven temporada muerta, hay margen de tiempo para que los Atléticos puedan añadir alguna otra pieza que pueda colaborar en su rotación, en especial luego de que Fiers se marchara a la agencia libre. Pero tratándose de una organización ampliamente conocida por sus limitantes monetarias, existen grandes probabilidades de que, tras un 2020 de pérdidas económicas por la pandemia, la billetera de Oakland esté más comprometida que de costumbre.

Bassitt, Montas y Manaea son prácticamente garantías para repetir como acompañantes de Luzardo en el staff abridor, salvo algún imprevisto. El último cupo podría estar destinado para el prospecto A.J. Puk, quien al igual que el venezolano, se estrenó en la gran carpa como relevista a finales de 2019 y tenía previsto ocupar un puesto en la rotación este año, pero las molestias físicas, un problema recurrente en la joven carrera del zurdo, impidieron que lanzara.

Otros novatos como Daulton Jefferies y James Kaprielian, quienes debutaron en las Grandes Ligas en este 2020, también podrían competir por la última plaza en la rotación de Melvin durante los entrenamientos primaverales.

Con unos Montas y Manaea en búsqueda de reivindicación, un Bassitt en necesidad de ratificar su estatus como estelar y un quinto puesto que todavía no tiene un claro dueño, la responsabilidad de Luzardo en 2021 posiblemente llegará a niveles nunca antes experimentados por la joya venezolana.

El astro tendrá la difícil tarea de liderar la rotación de un conjunto que luce rumbo a su última zafra intentando llegar lejos en octubre, antes de iniciar un nuevo proceso de reestructuración, en el que por primera vez en casi tres décadas, Beane podría no estar involucrado, tras conocerse sus intenciones de apartarse del mundo del beisbol en un futuro cercano.

Oakland apostará ciegamente por Luzardo, tal como lo hicieron cuando le entregaron dos de sus lanzadores estelares a los Nacionales a cambio de sus servicios hace tres años, o cada vez que le dieron la pelota en ambientes hostiles de postemporada. El criollo, por su lado, buscará recompensar con los mejores resultados posibles a una organización que lo necesita con carácter de urgencia.

Escrito por: Andrés Espinoza Anchieta / @AndresEspinoza

Foto: MLB

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