Magallanes se hundió en sus propios errores

Los errores defensivos le pasaron factura a un Navegantes del Magallanes que naufragó el sábado en Puerto La Cruz. Perdió 2 a 0 ante Caribes de Anzoátegui el Duelo de Comodines de la Liga Venezolana de Béisbol Profesional (LVBP). Ese resultado decretó su eliminación de la campaña 2019-2020.

En siete encuentros disputados en la postemporada (se incluyen seis de su cruce contra Cardenales de Lara y uno de eliminación contra La Tribu), el equipo dirigido por el mexicano Enrique “Che” Reyes cometió 12 pifias, la mayor cantidad entre los seis elencos que vieron acción en la segunda ronda de la cita.

Magallanes, que mantuvo una indeseable media de 1.714 errores por juego, exhibió el peor porcentaje de fildeo .958 en la etapa, misma en la que sus receptores admitieron el total más alto de bases robadas (8).

La falta de solvencia para custodiar el campo fue el “Talón de Aquiles” de La Galera a lo largo del torneo, pues lideró la indeseada estadística de equivocaciones en el campo en la ronda regular (66), donde acabó con una media de fildeo de .962, la segunda peor  de la LVBP.

Magallanes no disparó batazos contundentes

Otro factor que influyó en la debacle bucanera fue su falta de batazos contundentes. Magallanes culminó en extrabases (10) y penúltimo en slugging (.323), pese a lucir el segundo mejor average colectivo (.268) en el arranque de la “Fiesta de Enero”.

Esa incapacidad para disparar extrabases generó que la tropa carabobeña apenas produjera 21 anotaciones, la tercera menor suma en la instancia. Leones del Caracas (15), la otra novena eliminada en los actuales playoffs, y Anzoátegui (16), verdugo de los navieros, contabilizaron menos remolques.

El pitcheo bucanero quedó en deuda

Magallanes se quedó fuera de la lucha por el título, porque tampoco contó con una buena actuación de su staff de pitcheo. Durante la postemporada, los escopeteros filibusteros figuraron cuartos en efectividad (3.09), relación de bases por bolas y hits permitidos por cada inning –WHIP- (1.25) y salvamentos (3), además de penúltimos en holds –ventajas preservadas- (3).

Los serpentineros corsarios aceptaron la mayor cantidad de jonrones (6) y acumularon el número más alto de entradas trabajadas (64.0). Les sonaron .249 y les fabricaron 29 anotaciones, ambas cantidades fueron las segundas más elevadas del período.

Todo lo anteriormente expuesto causó el mal rendimiento de un Magallanes que, al menos por una contienda más, tendrá que aguardar por la conquista de un nuevo cetro de la LVBP. El cuadro no se adjudica una corona desde el certamen 2013-2014, cuando llegó a 12 en su historia.

Por: Joseph Ñambre | @JosephSports27

Foto: Prensa Navegantes del Magallanes  

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