Alguna vez se preguntó, ¿cuántos jugadores han disputado un encuentro en la historia de las Grandes Ligas? El número se acerca a 20.000 de acuerdo a distintos motores de búsqueda de estadísticos. De ese número total, un porcentaje pequeño son lanzadores y, aunque no hay un número confirmado actualmente, sí hay una respuesta de la cantidad a la que Miguel Cabrera le conectó por lo menos un hit.
Durante el encuentro entre los Minnesota Twins ante los Detroit Tigers, Cabrera se enfrentó por primera vez en su carrera a Jhoan Durán. Ni siquiera la potente recta del prospecto dominicano evitó que el aragüeño sumara otro incogible a su recorrido por el mejor beisbol del mundo.
Ahora el venezolano llegó a 3.026 hits de por vida en las mayores. Ahora solo necesita 27 imparables para igualar la marca de Rod Carew, legendario bateador que se encuentra en el Salón de la Fama.
Pero ese no fue el principal dato del cañonazo. Con el sencillo ante la recta de 101 millas por hora del relevista de los Twins, Jhoan Durán se convirtió en el pitcher 1.007 que concedió un imparable ante Miguel Cabrera.
«Realmente no sé qué decir», dijo Cabrera al Detroit Free Press. «Fue agradable ver mi nombre con el de ellos, pero al mismo tiempo, estoy enfocado en este momento en ganar juegos. Hemos estado perdiendo demasiados juegos y en este momento no importa».
Aunque ese imparable tuvo una importancia que el criollo no confirmó. El hit, su segundo del encuentro, confirmó que mantiene la velocidad de las manos para golpear uno de los envíos más rápidos del beisbol y que puede ser productivo. Cabrera lidera a los Tigers con un promedio de .289 en 37 encuentros y también es primero en impulsadas con 16.
«Cuando empecemos a conseguir hits con dos outs», dijo Cabrera, «cuando empecemos a batear más con hombres en posición de anotar, la presión desaparecerá y podremos anotar más carreras y jugar mejor».
Miguel Cabrera tiene solo una misión: campeonato
Es mucho lo que Miguel Cabrera le ha dado a los Tigers. Arriesgó su físico para ofrecer un buen espectáculo a toda persona que compró una entrada para ir al Comerica Park. Rindió a un nivel para que la franquicia sumara dos premios al Jugador Más Valioso y hasta una Triple Corona que la ciudad se tomó como suyo. Sin embargo, todavía no llegó un campeonato.
Y pasó mucho tiempo desde que un aficionado de los Tigers celebró un título. La última vez fue en 1984 y, aunque estuvieron cerca en 2012 con Miguel Cabrera como estrella, no lo consiguieron. Es quizas lo único que le falta al toletero en su carrera.
“Pienso que eso es algo que le debemos a Detroit”, dijo Miguel Cabrera. “Algo que hemos buscado por muchos años y siempre nos hemos quedado cortos en el camino. Queremos pelear la división, pienso que si podemos jugar un béisbol mejor tenemos bastante chance, tenemos un buen talento, se añadieron nuevas piezas y esperemos que podamos correr con suerte y ganar bastantes partidos”.
No será algo sencillo. En la división Central de la Liga Americana están los White Sox, armados para pelear por todo en las Grandes Ligas. Y los Tigers tienen mucha juventud, aunque nadie detendrá a una leyenda que ve sus días en el campo terminarse.
Escrito por: César Sequera Ramos / @CesarSequera11
Foto: Detroit Tigers