Miguel Cabrera está vez más cerca de llegar a los 500 cuadrangulares de por vida en las Grandes Ligas. El primera base de los Tigers terminó la sequía jonronera que tenía y, con otro estacazo hacia la banda contraria, llegó a 492 de por vida y continuó agrandando sus números ofensivos en el mejor beisbol del mundo.
Cabrera, quien no pegaba jonrón desde el pasado 21 de mayo, cuando soltó dos, dio una nueva muestra de su poder cuando golpea la pelota hacia el lado derecho del campo. De nuevo Lucas Giolito fue víctima del aragüeño y, aunque ubicó su recta en la esquina de afuera y con potencia, el toletero la golpeó con lo suficiente reciedumbre para para mandarla a las gradas del parque.
Las mediciones del batazo también confirman la fuerza que le imprimió el experimentado toletero criollo. La recta que lanzó Giolito salió del madero del jugador a 101.8 millas por hora, por lo que fue una de las mejores conexiones del bengalí desde que comenzó junio. Además, con el un ángulo de elevación acorde para un vuelacerca, la esférica recorrió 401 pies de distancia.
Se trató de uno de los bambinazos más imponentes de Miguel Cabrera esta temporada. Debido a las lesiones y los cambios que realizó Major League Baseball (MLB) a la pelota para evitar el crecimiento de los jonrones, peloteros como el venezolano se vieron afectados en su rendimiento. Sin embargo, el vuelacerca ante los White Sox es una muestra de que su fuerza sigue presente en el madero.
Miguel Cabrera quedó a tiro del Caballo de Hierro
De ahora en adelante, cada jugador que Miguel Cabrera alcance en el departamento vitalicio de jonrones será una leyenda. Por ejemplo, cuando suelte el estacazo 493 empatará a Fred McGriff y a Lou Gehrig, dos de los toleteros más respetados en la historia de las Grandes Ligas.
Fred McGriff, pese a no estar en el Salón de la Fama, fue un toletero que se ganó el respeto de los lanzadores del máximo nivel. Ganó tres Bates de Plata y cerró su carrera con 1.550 carreras remolcadas. Con esas estadísticas, mucho lo consideraron hasta el último momento para inmortalidad, sin embargo, el exinicialista de los Padres, Bravos y Rays no llegó al 75% necesario en las boletos.
En cambio, es poco lo que se puede decir de Lou Gehrig que no se conozca. Emblemático pelotero de los Yankees y que rindió como pocos en lo que respecta a la ofensiva. Dos veces ganador del premio al Jugador Más Valioso, un título de bateo, también poseedor de una Triple Corona y acreedor de 1.995 remolcadas durante su carrera.
Además, Gehrig fue un jugador que tiene un vínculo especial con el beisbol. Su retiro, producto de una extraña enfermedad, provocó que hasta la actualidad las Grandes Ligas lo recuerden y que su placa en el Salón de la Fama de Cooperstown sea una de las más visitadas por los aficionados.
A esas dos leyendas alcanzará y pasará Miguel Cabrera. Seguirán superando a otros emblemas del beisbol y confirmando que su nombre estará muy pronto en el Olimpo del bateo.
Escrito por: César Sequera Ramos |@CesarSequera11
Foto: Detroit Tigers