La tarde de Miguel Cabrera. Este enunciado era comúnmente visto en los distintos medios de comunicación hasta hace tres temporadas atrás, antes de que su ofensiva sufriera un notable bajón producto de las lesiones.
Aunque la de este jueves literalmente fue de Miguel Cabrera. Pues el estelar jugador de los Tigres de Detroit se lució en el compromiso de pretemporada frente a los Yankees de Nueva York, en el que conectó dos dantescos cuadrangulares por el jardÃn central del Joker Marchant Stadium, en Lakeland, Florida.
Lo más notorio fue que ambos palazos, frente a envÃos en recta de elevada velocidad, los consiguió frente al que probablemente es el lanzador más dominante de las Grandes Ligas en la actualidad, el derecho Gerrit Cole.
Cabrera no perdió tiempo
El primer vuelacercas de Miggy se produjo tan pronto como en la primera entrada cuando los Tigres ya habÃan fabricado dos anotaciones tras un jonrón del novato Travis Demeritte.
En el segundo acto la situación se repitió. Demeritte consiguió otro palazo de vuelta entera con un compañero en circulación y acto seguido Cabrera lo emuló al poner la bola detrás de la verja central, aunque en esta ocasión un poco más cargada hacia la zona derecha con respecto a la anterior.
Al final el último pelotero triple coronado de la MLB se marchó del compromiso de 3-2 con un par de anotadas, mismo número de fletadas y recibió un ponche. Su average mejoró a .316 y lo más importante, es que está demostrando que a pesar de haber perdido peso, el poder de sus conexiones se mantiene.
Un Cabrera de antaño
Más allá de lo que significó tener un partido de exhibición con tamaña actuación, es muy probable que Miguel Cabrera y su entorno estén llenos de satisfacción y regocijo. Pues la de este jueves fue lo más parecido a sus actuaciones de antaño.
La última vez que la estrella felina habÃa podido pegar un par de cuadrangulares en un mismo partido a nivel de Grandes Ligas, con todo y que los de ahora no cuentan de manera oficial, fue el 30 de septiembre de 2016. Fue en el antiguo Turner Field, estadio que hasta ese año sirvió como casa de los locales Bravos de Atlanta.
Aquella fue su última temporada fructÃfera para Cabrera. Pues con esos dos tablazos cerró su registro en 38 y 108 rayitas empujadas, amén de .316 de promedio ofensivo.
En sus 17 campañas, el considerado mejor bateador nacido en Venezuela hasta ahora posee 37 careos en los que sacó la pelota del parque en dos ocasiones. De hecho, en esa contienda del 2016 lo hizo en hasta cuatro oportunidades.
Mientras que, a pesar de su tórrida ofensiva y su fuerza, solo contabiliza dos choques en los pegó un trÃo de jonrones.
Será esta una señal de que la recuperación de Miguel Cabrera ha llegado. Al menos manifestó que dentro de sus aspiraciones para el certamen que está por iniciar es demostrar que aún es un temible contrincante con el bate en la mano.
Y por lo demostrado hasta ahora en la primavera, se puede sentenciar que su idea no es del todo descabellada, con todo y que el inexorable paso del tiempo no lo haya dejado pasar inadvertido.
Escrito por: Redacción Sports Venezuela
Foto: MLB.COM