Fueron dÃas difÃciles lo que le tocó vivir a Lester Oliveros durante los últimos cuatro años.
Una lesión en el hombro derecho lo mantuvo alejado de los terrenos de juego, e incluso amenazó con finiquitar su carrera en el beisbol.
Sin embargo, el lanzador con experiencia en Grandes Ligas con los Tigres de Detroit y Mellizos de Minnesota, no se dio por vencido fácilmente. Oliveros se mantuvo siempre trabajando en su recuperación, con apoyo de su familia y después de un extenso proceso finalmente pudo consumar su regreso a los diamantes en la vigente campaña de la LVBP, con el uniforme de Caribes de Anzoátegui.
Tan grata ha sido su experiencia en el retorno al circuito nacional, que por primera vez desde que debutó con la tribu en la campaña 2007-2008, tiene la oportunidad de participar en una final y lo está haciendo, además, con un rol protagónico.
Oliveros se goza la final
“Estaba pensando que después de tantos años que tengo en el beisbol, nunca habÃa podido participar en una final. Por alguna u otra razón y estoy muy contento de finalmente poder estar en una aquà con el equipo. Estamos en nuestra casa y tenemos que aprovechar eso, como hicimos ante Tiburones en la semifinal, para lograr el tÃtulo. Hay que seguir jugando como lo hemos venido haciendo para alcanzarloâ€, manifestó risueño el escopetero de 31 años de edad.
Lester Oliveros, con siete campañas a cuestas vistiendo el uniforme de Caribes, solo habÃa podido lanzar en un unos playoffs. Fue en la 2011-2012, cuando participó en 10 compromisos del extinto sistema de Round Robin y en el que Anzoátegui quedó a un paso de la final, tras ser eliminado en un careo extra.
AllÃ, el jugador aragüeño mostró talento después de permitir solo dos carreras limpias en 11.2 episodios, con 7 hits, 4 base por bolas y 13 ponches. La efectividad en aquella intervención fue de 1.54 y el promedio de hits y boletos por cada inning de labor (WHIP) fue de 0.94.
Durante esa contienda, Oliveros fungió como relevista intermedio, una función distinta a la que le tocó desempeñar en el vigente campeonato, en el que fe designado como cerrado a tiempo completo.
De menos a más
A pesar de que en sus primeras presentaciones fue bateado con cierta facilidad, en el transcurrir el torneo fue mejorando significativamente; tanto, que se convirtió en una garantÃa para el manager Jackson Melián en los finales de partidos y asà sus números lo avalan.
Oliveros llegó al cuarto juego de la gran final contra Cardenales de Lara con 8 capÃtulos de trabajo inmaculados durante el mes de enero. En el lapso acumula 3 rescates, con 3 imparables admitidos, 3 base por bolas y  12 abanicados, números que demuestran su hermetismo, sin contar que sus envÃos en recta oscilan entre las 95 y 96 millas por hora.
“Mi brazo está bien. Me siento bien, estoy demostrando que aun puedo jugar pelota. Ojalá después de que culmine esta temporada pueda conseguir un contrato en el extranjero, me han llamado varios equipos, pero no se ha concretado nada. Por ahora me mantengo enfocado en ayudar a mi equipo a ganar el tÃtulo y luego ir a Puerto Rico para representar a mi paÃs en la Serie del Caribeâ€, esbozó el taponero de los orientales.
Redacción Sports Venezuela
Foto: Caribes de Anzoátegui