Oswaldo Guillén, timonel que llevó a Medias Blancas de Chicago a coronarse en la Serie Mundial 2005 de la Major League Baseball (MLB), valoró al máximo su reciente consagración como piloto de Tiburones de La Guaira en la Liga Venezolana de Béisbol Profesional (LVBP).
A juicio del estratega, de 60 años de edad, acabar con una sequía de casi 38 años sin diademas para los escualos representó uno de los puntos más altos de su carrera y, al mismo tiempo, cumplir una promesa con la afición de una escuadra que ahora apunta a conquistar más diademas en esta década.
«Este título representa más para mí que una Serie Mundial. Eso pasa por lo que llevo en mi camisa”, dijo Guillén a José Ángel Rodríguez, periodista de la LVBP, al hacer referencia a la franela que tenía imágenes de distintos íconos de la organización como Pedro Padron Panza (antiguo propietario), Carlos «Café» Martínez (jardinero), Graciano Ravelo (cazatalentos), Gustavo Polidor (infielder), Pompeyo Davalillo (mánager) y Marco Antonio Lacavalerie (narrador deportivo), quienes fallecieron y no pudieron presenciar cómo La Guaira consiguió su octavo gallardete en el máximo circuito invernal patrio.
Más frases icónicas de Guillén
Guillén, quien ahora analiza las opciones para reforzar a Tiburones de cara a la Serie del Caribe Miami 2024, afirmó que Padrón Panza, quien lo firmó para ser jugador de la LVBP, era uno de sus padres en el mundo de la pelota.
Aseguró que el mejor homenaje que se le pudo hacer a Padrón Panza fue continuar su legado con unos escualos que hoy día son propiedad de Wilmer Ruperti, arquitecto de una versión campeonil de La Guaira que fue capaz de vencer 4-1 a Cardenales de Lara en la Gran Final de la LVBP.
“Padrón lo es todo para mí, cuando más lo necesitábamos siempre estuvo para nosotros. Me dio la oportunidad de ser pelotero. Este campeonato va para él y para todos esos jugadores que durante casi 40 años vinieron a este equipo y escucharon la palabra más fea en el deporte: eliminados”.
Agradecimiento a su esposa
El antiguo campocorto, que como jugador activo levantó tres trofeos con los salados, agradeció el apoyo de su esponsa, Ibis de Guillén, por motivarlo a nunca rendirse hasta cumplir sus metas.
Espera que ambos vuelvan a estar juntos en el próximo curso de la LVBP, cuando el timonel tendrá el reto de alzar su segunda copa de manera consecutiva, algo que ningún elenco pudo hacer desde 2020, cuando Lara lo concretó.
“Yo no sería lo que soy sin Ibis. Ella ha estado conmigo desde que yo tenía 16 años de edad, en las altas y en las bajas. Eso ha sido muy importante para mí. Hay mucha gente que dice que detrás de un buen hombre hay una gran mujer, pero yo creo que es al lado”, comentó el extorpedero a IVC.
Escrito por: Joseph Ñambre | Cuenta de X: @JosephSports27
Foto: Raúl Zambrano | Cuenta de X: @RaulZambrano7