Ronald Acuña Jr. ha asumido con responsabilidad su regalo para la familia y afición

Es fácil hacerse la idea de que un pelotero de renombre, incluso aquellos que no gozan de un estatus de «estrella» en las Grandes Ligas, asumirán actitudes ególatras y dignas de la realeza durante sus pasantías en la Liga Venezolana de Beisbol Profesional. Después de todo, ha ocurrido con distintos protagonistas en innumerables oportunidades en el pasado.

Partiendo desde ese historial, si algún jugador venezolano en la actualidad tiene con qué apelar al trato de «divo» es Ronald Acuña Jr. Como uno de los mejores jugadores de todas las mayores en el momento, el jardinero de los Bravos de Atlanta se ha convertido en la principal atracción de cualquier circuito invernal en los últimos días, a pesar de que su debut no se dará sino hasta el próximo 23 de noviembre.

La simple presencia de la «Bestia» en el Estadio Universitario es un verdadero lujo, no solo para los Tiburones de La Guaira y sus aficionados, sino para los seguidores del beisbol venezolano en general. Por ello, y con toda la razón, Acuña Jr. se ha apoderado de la atención mediática nacional día tras día desde poner un pie en el clubhouse escualo por primera vez la semana pasada.

Pero no ha sido el «divo» Acuña Jr. quien se ha estado preparando para su estreno en la LVBP. Ha sido el muchacho de La Sabana que creció entre figuras de mucha importancia en el deporte y yendo a los estadios; posiblemente soñando con algún día poder jugar como profesional frente a sus familiares.

Entregado en cuerpo y alma:

El Novato del Año y tres veces All-Star ha concedido múltiples entrevistas a la prensa desde su llegada. En cada una de sus charlas con los medios se ha visto receptivo, dispuesto y comprensivo. No es un pelotero de muchas palabras, pero eso va más ligado a su personalidad que a otra cosa.

Le ha dedicado tiempo a los aficionados, tal como se pudo observar en la sesión de práctica que sostuvo el conjunto este pasado domingo. Se está disfrutando el momento, comprendiendo la magnitud de su presencia en una liga está necesitada de estas inyecciones.

Todas estas conclusiones se generan a la distancia. No he estado presente en esas entrevistas, ni en los entrenamientos. Mi situación geográfica actual me lo ha impedido y entiendo que la lejanía no es la mejor consejera en estos casos.

Pero la experiencia con otros peloteros debutantes e incluso con algunos repitientes, la mayoría de ellos muy por debajo del pedestal mediático en el que se encuentra Acuña Jr., me deja saber que hay diferencias en esta ocasión. La mayoría intenta huir de la prensa y en oportunidades hasta de la misma fanaticada.

No ha sido lo que he visto del dos veces Bate de Plata hasta los momentos. A lo mejor tiene que ver con que Acuña Jr. entiende que este regalo para su familia y fanáticos tendrá un mayor impacto con la difusión de los medios, con una sonrisa en el rostro para quienes lo observen desde las coloridas tribunas en Los Chaguaramos.

Las cosas siempre pueden cambiar en cualquier momento, pero hasta ahora, el campeón mundial en 2021 no solo está pavimentando el camino para que otras figuras se animen a jugar en Venezuela, sino que también está dejándoles saber que la experiencia resulta todavía mejor cuando se vive en su totalidad, sin saltarse estaciones.

He estado gratamente sorprendido con la primera pasantía de Acuña Jr. en la LVBP y eso que todavía faltan más de dos semanas para su debut. Imagínense cuando llegue el primer swing.

Escrito por: Andrés Espinoza Anchieta | @AndresEspinoza

Foto: Cortesía Prensa Tiburones.

Botón volver arriba