Días atrás, Andriw Sánchez pasaba canales en la televisión cuando se encontró con el que se ha convertido en un clásico del cine moderno. «Moneyball», la película basada en la mágica temporada 2002 de los Atléticos de Oakland, refleja, entre tantas cosas, el nacimiento de una tendencia que se ha apoderado por completo del beisbol en la actualidad.
La nueva modalidad de ver el juego que puso en práctica el directivo de los A’s, Billy Beane, en un intento por mantener un conjunto competitivo en una organización renuente a gastar grandes cantidades de dinero, cambió el deporte para siempre. Para cada aficionado al beisbol, el largometraje estelarizado por Brad Pitt resulta especial, pero es posible que para Sánchez, esta vez, la experiencia haya sido particularmente interesante.
Pitt, encargado de interpretar el rol de Beane, contrata a un joven estudioso de los números para que le brinde consejos de cómo sacar el máximo provecho de sus jugadores. El movimiento, como refleja la película, causó un impacto entre aquellos que estaban acostumbrados a evaluar a los peloteros de formas más tradicionales. Es una transición que, desde entonces, se ha hecho muy común en el resto de los conjuntos de las Grandes Ligas, y también en cualquier otro rincón en el que se practique el deporte del guante, bate y la pelota de costuras.
Sánchez, de 31 años de edad, es hoy en día un ejemplo local de cómo la juventud apasionada por la famosa sabermetría se ha instalado en las oficinas de equipos profesionales. Después de algunos años como jefe de prensa del club, el periodista fue nombrado hace días como asistente a la gerencia deportiva de los Leones del Caracas.
«Es una tendencia en todo el Caribe y en las Grandes Ligas«, aseguró Sánchez sobre la presencia joven en las oficinas, en declaraciones para Sports Venezuela. «Las estadísticas avanzadas, de alguna manera, hacen que haya más jóvenes en varias gerencias. La juventud tiene una virtud y es que se amolda a nuevas tendencias. Un joven siempre tendrá la mente más abierta y puede compartir y apasionarse por las modalidades nacientes».
Algunos meses antes del nombramiento de Sánchez con los metropolitanos, el otro conjunto que reside en la capital, los Tiburones de La Guaira, demostró su fe en esta filosofía de forma contundente, al nombrar a César Collins, de 28 años de edad, como su gerente general. El joven directivo no solo estará a cargo de los movimientos deportivos del combinado, sino también de los financieros.
«Las oficinas se están llenando de gente joven, que pueda manejar los términos analíticos, que es lo que está tomando fuerza desde hace como 10 o 15 años», explicó Collins. «Pienso que a las personas jóvenes se nos ha hecho más fácil hacer esa transición. Entender un poco más a profundidad la parte estadística, los nuevos lenguajes que se utilizan a la hora de estudiar el juego. Esa tendencia, al verse profundizada en Estados Unidos, Japón e incluso en México, ha hecho que Venezuela no sea inerte», añadió.
Collins, quien recibió su primera oportunidad en una oficina de la Liga Venezolana de Beisbol Profesional a los 17 años de edad con los Navegantes del Magallanes, indicó que además del manejo de las estadísticas avanzadas, la curiosidad y el atrevimiento de la juventud también ha sido un punto a su favor en este crecimiento laboral en el beisbol.
«La sangre joven siempre tratará de innovar, de buscar nuevas formas, mientras que las personas de mayor edad, no por nada malo, quizás sean más cohibidas. En Tiburones, por ejemplo, tenemos ahora a un coach de control de calidad que estará enfocado en la parte analítica. De eso se trata, de innovar, de traer nuevos conocimientos. Creo que esa es una de las razones de todo esto», continuó.
Jóvenes, no inexpertos:
Por su parte, en las oficinas de Maracay, David Méndez es el encargado de alzar la bandera de la juventud. El periodista, de 26 años de edad, utilizó un camino muy similar al de Sánchez con el Caracas. Tras tres temporadas como jefe de prensa de los Tigres de Aragua, recibió la oportunidad de sumarse al área deportiva de la novena con la llegada de Alberto Cambero al puesto de gerente general.
No obstante, Méndez ya venía puliendo sus conocimientos en el área deportiva desde sus tiempos como periodista. A pesar de que el nombramiento terminó como una sorpresa para él, el conocimiento recogido lo había preparado para asumir la posición.
«Siempre estuve ligado al área deportiva, porque era el encargado de suministrar las estadísticas al cuerpo técnico«, contó Méndez. «Ayudaba a mantener actualizado el roster del equipo, ubicando a todos los peloteros que teníamos en las granjas de las menores. Cuando llegaron las sanciones (de la OFAC), tuve que tratar de encontrar a esos peloteros que no estuvieran vinculados al sistema de MLB. Esos tres años que estuve en prensa me dieron esos méritos».
Al igual que Sánchez y Collins, Méndez también le atribuye a la sabermetría el incremento de rostros jóvenes en las distintas oficinas del beisbol profesional. Una tendencia que promete continuar en años venideros, en especial si la LVBP consigue un mayor acceso a la data moderna, un proceso que ha sido algo lento hasta ahora.
«A la liga le falta mucho camino por recorrer para estar a la altura de las estadísticas de la MLB e incluso, sin ir tan allá, de la liga mexicana. He sufrido bastante en ese aspecto», admitió Méndez. «Hemos tratado de conseguir a otros proveedores de estadísticas diferentes al oficial de la liga, y lo conseguimos, precisamente con una gente de México, pero ya teníamos la temporada encima y por un tema de presupuesto no pudimos hacer ese contacto. El paquete que ofrecían no tenía nada que envidiarle al de MLB«.
Tal como ha ocurrido en otras latitudes, esta nueva filosofía de juego ha forzado a muchas personas renuentes a evolucionar a ceder espacios. Es lo que ha llevado a varios tradicionalistas del deporte a repudiar la sabermetría, pues consideran que intenta reemplazar por completo el lado humano de la evaluación. Pero esta nueva camada de gerentes no pretende ocultar el valor de la experiencia.
«Si no te montas en esa ola, si te rehúsas, te pasará lo que le ocurre a cualquier especie que se niegue a la evolución. Pero conozco a personas de mayor edad que se han sumado, que pueden juntar esa experiencia que tienen con las nuevas tendencias y de ahí salen cosas admirables. La mejor manera de llevar este juego es combinando ambas«, destacó Sánchez.
Méndez está de acuerdo, pues al final del día, asegura que se trata de un equipo en el que cada quien debe aportar su pieza para terminar el rompecabezas.
«Tiene que haber un balance entre experiencia y sangre nueva. El beisbol ha evolucionado, no se detiene y cambia con el tiempo. Las formas de verlo también tienen que cambiar«, señaló el ejecutivo bengalí. «Es un acierto de los equipos incluir a jóvenes que te pueden dar un punto de vista distinto, que tienen diferentes maneras de usar la tecnología en pro del equipo. Una persona que se crió en este ambiente digital ve el juego de forma diferente y puede aportar su granito de arena. Ningún equipo se quiere quedar atrás en el aparato. No solo en el área de gerencia, sino en prensa, mercadeo, porque eso es lo que te gana el campeonato«.
En «Moneyball», la llegada de la nueva filosofía causó malestares en aquellos con mentalidad más apegada a la vieja escuela. Es algo que podría ocurrir también en las oficinas actuales, pero para estos nuevos evaluadores del beisbol, no existe ese temor.
«Cero intimidación. No es algo nuevo, aunque pareciera contradictorio porque nunca había sido gerente general en la liga», dijo Collins, quien en sus primeras semanas en el puesto ha realizado varios movimientos de peso y que también es presidente de la Liga Mayor de Beisbol Profesional. «A pesar de eso, tengo experiencia como directivo en México y en la LMBP, además de que había estado muy cerca de las gerencias deportivas del país previamente. Por eso llegamos haciendo las cosas que consideramos correctas. Creo que esa experiencia me preparó para afrontar el reto de forma muy tranquila y activa».
Otro imán para el beisbol:
El cambio de filosofía también es una forma de renovar el amor perdido de la juventud por un deporte que ha sido acusado de «aburrido» en múltiples oportunidades. Rob Manfred, comisionado de la gran carpa, ha tenido como uno de los principales focos de su gestión el atraer a fanáticos jóvenes. Ofrecer empleos dentro del beisbol no es una de las medidas puestas en práctica por el ejecutivo, pero sí que serviría el mismo propósito.
«El beisbol tiene una crisis generacional, pero aquí todavía hay gente joven, como David Méndez, como César Collins, que sigue apasionada y que quiere ver evolucionar a la disciplina», comentó Sánchez.
Collins, mientras tanto, hará todo lo posible en su posición para continuar pavimentando el camino de los jóvenes hacia las oficinas, incuso si estos, como él, no tienen un pasado en el terreno de juego.
«A mí me costó un poco porque tuve que romper esa barrera de ser muy joven y no haber jugado beisbol profesional. Hay muchos tabús con respecto a ese tema. Pero intentaré hacerle el camino más fácil a los próximos que quieran sumarse. Siempre tendré las puertas abiertas para la sangre joven. Todo mi equipo, quizás con las excepciones de Joey Cora y Jesús Flores, encajan en ese molde. A lo mejor soy la persona más joven en la liga en este cargo, pero creo que esto habla más del compromiso, de los 10 años trabajando responsablemente, que de la misma edad», señaló el gerente escualo.
Con miras a que el entusiasmo de la gente joven por encontrar un trabajo en esta otra cara del beisbol continúe en aumento, Méndez considera prudente realizar una invitación al circuito para abrazar más ramas de la sabermetría.
«Es un llamado a la empresa oficial encargada de recopilar las estadísticas en Venezuela para que se monte en esa ola. Esta liga no se puede quedar atrás», aseguró. «Es lo que los equipos están buscando. Hay un cierto avance. El hecho de que en la página web de la liga hayan implementado los ‘splits’ y los ‘spray charts’ es un paso pequeño, pero un paso al fin. La liga debe buscar convenios con esas empresas extranjeras que sean capaces de mejorar la recopilación de estadísticas en nuestra liga, para que así siga creciendo».
Sin embargo, el crecimiento de figuras jóvenes en las oficinas no solo debe darse en cantidad, sino más importante aún en calidad. Si bien el hambre numérico de la juventud es clave en este proceso, la preparación en este negocio va mucho más allá de una facilidad para comprender el WAR y el «framing».
«Creo que todos los jóvenes en Venezuela debemos pasar por un periodo de aprendizaje. Hay gerentes excelentes en la liga y sé que es difícil ver el trabajo de los ocho, pero cada uno de ellos trabaja contra la pared en un país como el nuestro, que siempre tiene cierta inestabilidad. Nosotros tenemos que pasar por ese proceso de aprendizaje. Hay que aprender de esa pericia que existe en cada gerencia de la liga. Eso se aprende y cuando lo hagamos y mezclemos eso con el ímpetu de la juventud y las nuevas tendencias, será una evolución para cada directiva de la liga», expresó Sánchez.
Al final, esta no es una guerra de nuevas tendencias contra viejas tendencias o ejecutivos veteranos contra noveles. La única disputa es entre los ocho equipos en el terreno de juego, con el objetivo de ganar un título que posiblemente llegará a la oficina de quien logre juntar todas las modalidades y visiones de una manera más fluida.
«Es un reto ser de esos pocos jóvenes que hay en las gerencias de la liga, porque hay muchísima gente que te doblega y hasta cuadriplica la experiencia. Cuando te pega la presión, tienes que cambiar el enfoque y disfrutarlo. Entender que estás aquí para aprender de esos gerentes; no solo de los de tu equipo, sino del resto. Cómo han llevado a nuestro beisbol a más de 75 años de cierta estabilidad, a pesar de las vicisitudes recientes», manifestó Sánchez. «Eso te da una especie de sitial afortunado. He aprendido mucho más del beisbol venezolano dentro de un equipo, que en los ocho años en los que estuve cubriéndolo como periodista. Puedes sentirte abrumado en ocasiones, pero eso pasa muy rápido cuando asimilas y masticas que estás en un lugar en el que si no aprendes, es porque eres un necio o no quieres», cerró.
Escrito por: Andrés Espinoza Anchieta | @AndresEspinoza
Foto: Cortesía LMBP.