Sandy León, cátcher venezolano, recibió el lunes el llamado de Bravos de Atlanta para disputar encuentros de la temporada 2025 de la Major League Baseball (MLB), después de trabajar con Stripers de Gwinnett en la categoría Triple A de Ligas Menores (MiLB).
León, veterano de 36 años de edad, no pudo hacer gala de su contacto con la sucursal de los aguerridos porque promedió un bajo .183 (de 153-28) en 47 encuentros, pero sí hizo gala de su productividad al empujar 16 carreras y anotar 14. Siente que el ascenso es una «bendición» porque le permitió volver a Las Mayores para afrontar su décimo tercer torneo y primero desde 2023.
«Para mí, es una bendición poder volver a las Grandes Ligas. Esta es la razón por la que uno trabaja y se mantiene en el béisbol», señaló León en una charla con Alejandro Villegas y Juan Jordan, corresponsales de Sports Venezuela, tras una práctica en el Truist Park de Atlanta.
León permaneció en la banca
León, quien en la Liga Venezolana de Béisbol Profesional (LVBP) pertenece a Navegantes del Magallanes, permaneció en la banca el 21 de julio de 2025, en la victoria 9-5 de Bravos sobre Gigantes de San Francisco.
Pretendía laborar con Atlanta el martes en el segundo compromiso de la serie entre combinados de la Liga Nacional, algo que lo ilusionaba bastante pues su más grande anhelo era demostrar que todavía puede ser de mucha utilidad para un conjunto que necesita reaccionar a la brevedad, porque poseía un récord de 44-55 y figuraba cuarto en la División Este del viejo circuito.
«Si Dios me da la salud y la oportunidad de seguir en Grandes Ligas, hay que aprovecharlo. Al estar presente en el terreno son muchas las cosas que pueden pasar y por esa razón, siempre agradeceré a Dios por este gran chance. Creo que a los 36 años son pocos los chances que uno tiene para jugar y debo aprovecharlo máximo».
Números de por vida del careta
El marabino, que previamente lució las camisetas de Nacionales de Washington, Medias Rojas de Boston, Indios de Cleveland, Marlins de Miami, Guardianes de Cleveland (nueva denominación de los aborígenes), Mellizos de Minnesota y Vigilantes de Texas exhibió un average vitalicio de .208 en MLB.
En 554 duelos de fase regular, sonó 322 imparables en 1.729 turnos, entre ellos 62 dobles, dos triples y 31 cuadrangulares. Además, acumuló 149 fletadas y 131 marcadas. Ahora, se enfoca en presentar argumentos que le permitan erigirse como una pieza útil para Bravos, un club en el que se reencontró con el coach criollo Eduardo Pérez, quien será de Magallanes en la próxima cita de LVBP.
«Me gusta mucho el béisbol y por esa razón es mi gran pasión (…) El reencuentro con Pérez ha sido muy positivo porque me dejó muy contento con sus palabras. Antes estuvimos en los Tigres de Aragua y fuimos campeones en Venezuela (en la cita 2015-2016). Ahora, tratamos de estar en la misma página con el fin de lograr buenos resultados en el campo (con Atlanta y Magallanes). Esa es la meta».
Escrito por: Joseph Ñambre | Cuenta de X: @JosephSports27
Foto: Alejandro Villegas | Cuenta de X: @alejandrovg32