El momento en que los Tiburones de La Guaira finalmente concretaron el cambio para adquirir a Teodoro Martínez a comienzos del 2017, siempre será recordado de forma muy especial por parte del jugador y de su reconocida familia. Ese día, 10 de febrero para ser más exactos, el equipo escualo hizo realidad un sueño compartido por muchos.
El jardinero, hijo del fallecido Carlos “Café” Martínez, emblema de la organización, y hermano de José “Cafecito” Martínez, actual capitán del conjunto, recibió la oportunidad de ponerse el uniforme que tanto ha significado en su casa a lo largo de los años. Pero con grandes sueños también vienen grandes responsabilidades, y es allí donde Teodoro ha sentido un enorme vacío.
“He quedado a deber bastante con el equipo, con mi familia, conmigo y con los fanáticos de La Guaira. Siempre me he sentido en deuda”, le aseguró Martínez recientemente a Sports Venezuela.
Luego de disputar sus primeras cuatro temporadas en la liga con los Tigres, Teodoro Martínez se estrenó con los salados en la 2017-2018, zafra que cerró con un promedio respetable de .283 puntos en 55 encuentros disputados, en los que también sacudió 10 dobles, un triple, un jonrón, remolcó 16 carreras y se robó cinco bases. Un arranque bastante prometedor para el patrullero, que apenas dos años antes había salido del sistema de ligas menores en los Estados Unidos.
“El primer año con este conjunto fue muy bueno para mí”, recordó Martínez.
La alegría duró poco
Sin embargo, el panorama tomó un tono cada vez más gris con el pasar de las siguientes campañas. En la 2018-2019, “Teo” ligó para average de apenas .240 en 52 encuentros, mientras que en la temporada siguiente, dicho promedio cayó a .207 tras 31 desafíos disputados, su peor marca en siete zafras completas en el circuito.
Rumbo a la presente temporada, Teodoro Martínez sabía que su declive ofensivo era motivo de preocupación. El sueño que había tomado varios años para concretarse podía llegar a un abrupto final si Tiburones perdía la fe en sus habilidades.
“Por eso nunca he bajado la cabeza. Siempre sigo trabajando y poniéndole corazón. Todos saben, desde cualquier fanático hasta mi hija, cuánto amo a este equipo y todo lo que hago para que las cosas salgan bien”, señaló.
A pesar de ser uno de los tantos jugadores atrapados en una inactividad forzada por la pandemia en este 2020, el guaireño hizo todo lo posible por mantenerse en una forma óptima en caso de que se jugara beisbol invernal en Venezuela. Entre sus rutinas de preparación, el patrullero incluyó entrenamientos en playas de su estado natal.
“Lo más importante fue mantenerme enfocado y tratar todo como si fuera un spring training”, explicó Teodoro. “Siempre fui de menos a más y gracias a Dios llegué listo para la temporada. Lo más difícil de todo el proceso fue no enfrentarme a pitchers como por nueve meses, pero en las últimas semanas pudimos batear y el hecho de reportarme temprano también me ayudó a agarrar el ritmo contra los lanzadores”, añadió.
La cosecha trajo buenos frutos
El trabajo, como suele pasar, dio sus resultados. Tras sus primeros 15 compromisos de la actual campaña, Teodoro Martínez tenía una robusta línea ofensiva de .373/.418/.451, con un OPS de .869, cuatro dobles, cinco impulsadas y siete anotadas. Si bien todavía falta camino por recorrer, es importante resaltar que el jardinero nunca ha cerrado ninguna de sus temporadas pasadas en la liga con más de .308 de average, así como tampoco ha registrado un porcentaje de embasado que alcanzara los .400 puntos o un OPS de .800 o más.
“Me he sentido bien. Muy contento de estar teniendo esta tremenda temporada. De verdad lo necesitaba”, aseguró el jugador, quien agregó que un ajuste mental fue vital para este despertar. “Lo que cambió con respecto a los años anteriores fue mi mentalidad. Estar más tranquilo, tener un plan cada vez que voy al plato y además me ha ayudado la confianza que han puesto los coaches en mí”.
Pero al igual que en otras etapas de su carrera y su vida, Martínez ha contado con un aliado muy importante.
“El punto fundamental de este gran comienzo ha sido el trabajo con mi hermano. Me dio varios tips que me han ayudado muchísimo”, contó.
Además de enseñarle cosas nuevas, “Cafecito”, quien se uniformó esta temporada con La Guaira tras ver acción con Rays y Cachorros meses atrás en las mayores, le recordó a su hermano menor algunos hábitos que había perdido.
“El ajuste tiene que ver con mi ritmo, con mi forma de cargar en el plato, de estar más temprano. Fue algo que perdí hace dos años en esta liga. La manera de cargar para tener mejor visión de todos los pitcheos”, explicó Teodoro. “Era algo que hacía naturalmente desde pequeño, una cualidad que tenemos los dos y que él me recordó. El desespero y las ganas de hacer un extra no me permitían llevar un plan al home, y fue él quien me lo dijo”.
Un gran profesor
José Alberto, agente libre en los Estados Unidos actualmente, se había establecido como uno de los bateadores más consistentes del país en la gran carpa, antes de un flojo desempeño en este 2020. Por lo que si Teodoro buscaba un renacer en su carrera, no podía haber encontrado a un mejor consejero.
“Estoy confiado de que voy a tener una temporada buenísima y se lo agradezco mucho a él. Estuvimos trabajando antes de la campaña, me enseñó muchas cosas y gracias a Dios se están dando los resultados”, continuó el jardinero de 28 años de edad.
No obstante, si bien las satisfacciones personales han sido muchas para Teodoro Martínez en esta primera parte del torneo, el trabajo colectivo de Tiburones ha dejado mucho que desear. Luego de 22 cotejos, La Guaira tenía balance de 7-15, no solo el peor de su división, sino también entre los ocho equipos del circuito, y sus aspiraciones clasificatorias parecen desvanecerse con el pasar de cada jornada.
“Pienso que todos los equipos tienen y tendrán malas rachas. Esas derrotas de los primeros juegos pesan mucho, pero no podemos olvidar que en esta liga, y particularmente con los brotes de COVID-19, nadie está seguro y cualquiera puede agarrar una racha perdedora de cuatro o cinco duelos”, indicó Martínez. “Ya eso pasó para nosotros y en los últimos juegos hemos salido a ganar cada inning, que es lo importante. No hay que pensar en mañana o en quién está primero o segundo. Debemos ir juego a juego, pitcheo a pitcheo”.
Escrito por: Andrés Espinoza Anchieta / @AndresEspinoza
Foto: Tiburones