La figura del jugador importado es una de las más importantes e interesantes de la pelota invernal. En Venezuela, los cupos para peloteros foráneos han contado con nombres de luminarias de las Grandes Ligas como Pete Rose, Greg Maddux y Roy Halladay, hasta algunos de perfil más bajo, pero que han revolucionado el circuito con sus desempeños, como Tom Evans, Eric Owens y Luke Scott.
Pero la selección de los mismos suele ser una lotería para las distintas directivas. A veces apuestas por lo que parece ser una ficha destinada a triunfar, y termina fracasando de manera rotunda, como cuando los Leones ficharon al entonces mega prospecto Matt LaPorta en la 2008-2009, solo para que se marchara 17 juegos más tarde con un promedio de .164 puntos.
También hay sorpresas agradables
En otras ocasiones traes a un trotamundos del béisbol con la esperanza de que pueda comer algunos innings, y el resultado es un brazo que termina recibiendo votos para el premio Pitcher del Año, como ocurrió con los Tiburones y el dominicano Alexis Candelario en la 2015-2016.
Y es justo por esa incertidumbre que rodea a los forasteros, que la fanaticada se aferra con fuerzas a la esperanza de verlos volver cuando triunfan. Allí es donde los seguidores guairistas han sufrido despecho tras despecho.
El caso más reciente es el del brasileño Leonardo Reginatto. El paleador fue el mejor importado de los escualos en la 2019-2020, luego de registrar una línea ofensiva de .310/.361/.395 en 41 duelos con la divisa; no obstante, si bien repetirá en el circuito en esta venidera campaña, su contrato será con los Navegantes del Magallanes.
Bajas en bateo y pitcheo
Candelario, por cierto, es otro de los casos muy bien recordados. Luego de esa zafra de 2.16 de efectividad en 58 entradas y un tercio de labor, los servicios del derecho fueron reclamados por un equipo de la liga de su país natal y no pudo repetir con los salados. Pero tres temporadas más tarde, el quisqueyano volvió, ahora con el uniforme de las Águilas, para trabajar 20.2 innings de 3.92 de EFE. En la 2020-2021, los rapaces anunciaron que repetirá.
Desafortunadamente para La Guaira, es solo el comienzo de la lista. En la 2013-2014, el norteamericano Andy Wilkins ligó para promedio de .314 en 31 juegos con el club, pero nunca volvió a vestir dicho uniforme posteriormente. En su lugar, varios años más tarde, el toletero retornó a Venezuela con el Magallanes.
La primera zafra de Wilkins en Venezuela fue también la inaugural para Ryan Kussmaul con los litoralenses. El relevista fue parte fundamental del bullpen de la novena durante tres temporadas, pero luego de dos apariciones titubeantes en la 2016-2017, “Barba Negra” fue dejado a un lado por los Tiburones, que también lo vieron regresar por todo lo alto con los eléctricos en las últimas dos contiendas.
Pérdidas inexplicables
Jaron Long era uno de los mejores lanzadores de la LVBP tras sus ocho aperturas de la 2015-2016, pero luego de cumplir con las salidas previstas en su contrato, el diestro se marchó y no regresó hasta la 2018-2019, donde brilló nuevamente, pero ahora como miembro de los Leones.
David Kubiak no tuvo buenos desempeños en sus primeras dos temporadas en Venezuela con Anzoátegui y Caracas, pero a la tercera fue la vencida y el diestro respondió con una efectividad de 2.53 en 14 apariciones con La Guaira en la 2018-2019, su última en el país hasta ahora.
Un caso que suele pasar por debajo de la mesa es el del hawaiano Dustin Antolin, quien recibió una oportunidad de los escualos en la 2017-2018 a pesar de fracasar con los turcos un año atrás. Antolin registró una de las mejores temporadas para relevista alguno de la liga en tiempos recientes, con una diminuta efectividad de 0.84, seis salvados y 20 ponches en 21.1 capítulos sobre el ruedo, pero dicho torneo marcó su debut y despedida con la organización.
Tigres les arrebató un buen par
Los dominicanos Yeison Asencio (.314 AVG en 39 juegos en la 2018-2019) y Wander Beras (4.35 EFE en 31 episodios en la campaña anterior) dejaron muy buenas impresiones con los salados en sus respectivos estrenos, pero la siguiente pasantía de ambos en el país será este año con los Tigres.
La lista la cierra un cuarteto de sluggers que también dejó su huella en el corazón de la fanaticada escuala gracias a números redondos. Olmo Rosario registró promedio de .286 con un OBP de .417 en 15 choques con La Guaira en la 2016-2017, pero sus siguientes experiencias en la liga, también exitosas, llegarían con Margarita y Zulia.
Asimismo, Ronnier Mustelier causó sensación con una sólida línea ofensiva de .360/.416/.439 en 51 compromisos de la 2015-2016, pero el cubano optó por el béisbol mexicano en las siguientes temporadas y no ha vuelto a uniformarse en la LVBP.
Siguen siendo un misterio
Brian Burgamy se convirtió en un favorito de la afición escuala, tras un estreno que lo colocó en buena posición para recibir votos al premio «Víctor Davalillo» hace cinco años. El norteamericano regresó en la 2016-2017, donde registró números ligeramente más modestos, pero de igual forma llamativos; sin embargo, luego perderse varios juegos por una aparente lesión, el paleador fue cesanteado antes de que culminara la zafra. El motivo de su despido sigue siendo una gran interrogante, pues Burgamy señaló poco después que estaba sano, por lo que no entendía la decisión de la directiva.
Mientras tanto, el quisqueyano Isaías Tejeda se adueñó de la liga con una ofensiva de .356/.398/.548 en 27 juegos con Tiburones en la 2017-2018. Para sorpresa de la inmensa mayoría, el toletero volvió en la temporada siguiente con los Leones, divisa con la que sí repitió eventualmente. Lo más sorpresivo del caso es que, al parecer, no se trató de una subasta por sus servicios entre los residentes del Estadio Universitario, pues Tejeda mantiene hasta la fecha que la directiva litoralense no volvió a contactarlo tras aquella temporada inaugural con la divisa.
Escrito por: Andrés Espinoza Anchieta / @AndresEspinoza
Foto: Tiburones de La Guaira