Cuando un equipo está inspirado, como el de Tigres de Aragua, muy difÃcil se le puede hacer tropezar.
Ni siquiera una ofensiva tan temible como la de Caribes de Anzoátegui, tampoco el hecho de estar de visitantes en Puerto La Cruz, pudo detener el gran momento que vive el conjunto felino que aplastó a la escuadra local 17 a 4 y consiguió su quinta victoria al hilo.
La parte alta del lineup ensamblado por el manager Clemente Ãlvarez hizo lo que todo mandamás anhela: producir en gran cantidad. Del primero al quinto bateador terminaron la jornada de 24-15 con 9 carreras impulsadas y 14 anotadas.
Vaya que fue una hornada fructÃfera en el oriente del paÃs para la ofensiva de los Tigres, que tuvo en Anthony Concepción a su gran figura.
El joven pelotero ligó de 4-2 con 5 empujadas, un jonrón, un doble y una base por bolas. Además pisó el plato en un par de ocasiones.
Edwin GarcÃa, por su parte, aplicó la inexorable ley del ex y también destacó. El utility se fue 4-3, con un tubey, dos compañeros arrastrados hasta el plato y trÃo de anotaciones.
Para el pitcheo de Caribes fue muy difÃcil contener los bates rayados. Y aunque la ofensiva amenazó en ocasiones con hacerles daños a los serpentineros de Tigres, la amplÃa diferencia enfrÃo todo tipo de reacción para que al final terminaran cediendo en el que fue el primer careo entre ambas novenas de una serie que se prolongará hasta el domingo.
Nave a flote
Una rebelión en el séptimo inning ejecutó el conjunto Navegantes del Magallanes para fabricar hasta cuatro anotaciones y darle la vuelta la pizarra frente a Cardenales de Lara, a quienes terminaron venciendo con score de 4 a 3.
El bullpen crepuscular, alabado en diversas oportunidades, falló en esta ocasión y sucumbió frente a los filibusteros, que cortaron una seguidilla de cuatro derrotas.
Ricardo Gómez, derecho dominicano de Lara fue la vÃctima de la noche en Barquisimeto. No pudo sacar si quiera un out en su labor y los dos hits que recibió, aunados a la base por bolas, se tradujeron en un par de carreras, incluida la de la ventaja.
Magallanes tuvo una de esos juegos deseados. Su pitcheo titubeó, pero no cedió y sus paleadores fueron oportunos. Sobre todo Ricardo Marcano y Diego Cedeño, quienes entraron como bateadores emergentes en ese acto siete y conectaron sendos sencillos remolcadores.
Yohan Pino abrió por la nave. Aunque no brilló, aguantó seis episodios en la lomita de tres carreras, solo una de ellas lÃcita, que fueron suficientes para apuntarse su segundo lauro del torneo.
En Cardenales no hubo actuaciones rimbombantes. Néstor Molina cumplió con otro buen trabajo desde el morrito con seis capÃtulos de calidad, que constaron de un par de rayitas aceptadas, seis hombres abanicados y un pasaporte a la inicial otorgado.
Paliza revitalizadora
Bravos de Margarita pagó, como quien dice, los platos rotos frente a Leones del Caracas.
El conjunto isleño salió apabullado del Estadio Universitario después de que los melenudos les endosaran una abultada derrota de 11 a 1.
Los capitalinos se desquitaron con Bravos de las duras derrota sufridas en Maracaibo, en las que sus lanzadores recibieron castigo. Una gran actuación del iniciador Carlos Quevedo, combinada con una demoledora ofensiva que pegó hasta 16 inatrapables, bastaron para celebrar apenas por sexta vez en la campaña luego de 14 desafÃos.
Wilfredo Tovar se erigió como el gran hombre con la estaca. El campocorto totalizó un doble y un par de sencillos en cuatro visitas al plato, en las que también consiguió trÃo de fletadas.
Juan Silverio, refuerzo extranjero de Leones, continúa elevando su rendimiento en el plato y sobresalió con un dúo de incogibles y mismo número de impulsadas en tres comparecencias ante los lanzadores insulares.
Quevedo, por su parte, volvió a exhibirse como el del dÃa inaugural y le brindó al manager Harry Guánchez siete episodios de solo cuatro imparables y una sola carrera permitida.
Escrito por: Rayner Rico/ @RaynerRico29
Foto: Prensa Tigres de Aragua