Subir a Quito con la ilusión de todo un pueblo es la mochila pesada que tienen los jugadores del Deportivo Táchira este martes en el mítico estadio Casa Blanca de la capital ecuatoriana. Un cupo a semifinales de la Copa Sudamericana está en juego y el resultado de momento es adverso.
Los primeros 90 minutos no fueron justos con el Aurinegro en Pueblo Nuevo contra Independiente del Valle. Perdieron con un gol tempranero por un error con olor a falta sobre Cristopher Varela. Más allá de eso fueron al frente en busca de ese gol que no llegó en medio del chaparrón de agua que cayó en la capital tachirense el pasado martes.
Ahora buscarán en Quito lo que no se les dio en casa, tal como sucedió en octavos de final contra Santos FC. Ya recibieron un baño de calor Aurinegro al pisar suelo meridional y el banderazo en el hotel fue lo más parecido a estar como en casa.
También, los jugadores cobraron dos de los tres meses en sueldos que le tenía en deudas los directivos, según lo informado por el colega Elías López de El Mundo es un Balón. Una noticia que les permitió viajar con mayor tranquilidad, ya que en los hogares habrá el sustento que no debe faltar.
Táchira, ¿se puede soñar?
Deportivo Táchira está diseñado para competir por tener un plantel repleto de experiencia y talentos con proyección en el ámbito nacional. Si bien es cierto que hay equipos en el continente con mejores prestaciones que los venezolanos, Táchira cumple con los requisitos para plantarle cara a cualquiera de los clubes que siguen con vida en la Copa Sudamericana.
Ya eliminó al Santos en Brasil y supo competirle a un campeón de este torneo como Independiente del Valle (2019). No obstante, de visitante deberán sacar a relucir ese extra que pocas veces tienen los equipos venezolanos en torneos internacionales.
Esta Táchira tiene concentración, pero carece de gol. Tiene problemas serios de cara al arco porque ninguno de sus atacantes está con la pólvora activa. Y jugadores como Yerson Chacón o Robert Hernández tampoco han sido ese factor diferencial en los manos a mano con el portero, más allá de lo que aportan a la construcción del juego ofensivo.
Otra de las falencias de este equipo es que los suplentes son muy suplentes, una responsabilidad de Alex Pallarés. Nombre por nombre el plantel es competitivo, pero son pocos los recambios que entrar a ser realmente un factor diferencial, solo casos positivos como los de Rafael Arace o Jeizon Ramírez.
El planteamiento tiene que ser inteligente porque se juega en la altura y el desgaste el mayor, existe un gol de diferencia y se puede conseguir en cualquier momento. Por eso, la clave Aurinegra es mantener férrea su defensa y volver a tener suerte de cara a gol.
A las 8:30 PM es el pitazo inicial en el estadio Rodrigo Paz Delgado, casa de Liga Deportiva Universitaria de Quito. Por lo que Independiente del Valle también será visitante. No es imposible, solo es cuestión de combinar la suerte con la concentración.
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Escrito por: Raúl Zambrano Cabello / @RaulZambrano7
Foto: @DvoTachira