Así como el Mónaco de Mbappé lo eliminó en 2017, el Lyon que lidera Depay terminó con sus aspiraciones en 2020. Otra vez un francés se entrometió en el camino de Guardiola, un entrenador revolucionario que se ha quedado en el recuerdo de lo que alguna vez revolucionó en la Champions.
Desde su llegaba al Manchester City en 2016, la cantidad de ceros que se le agregan en la cuenta de gastos efectuados con los petrodólares es abismal. Ha fichado de todo y hasta muchas veces por gula deportiva, con la intención de levantar la primera orejona del City.
Ya la primera después de la que conquistó en 2011, con el inolvidable FC Barcelona. Antes, tuvo una parada revolucionaria en Alemania y su Bayern Múnich era realmente competitivo, pero se tropezó y volvió a tropezar cuando sonaba el himno de la Champions League.
Después del Mónaco en 2017, el Liverpool de Klopp y el Tottenham de Pochettino lo dejaron en el camino. Ambos en cuartos de final.
Un planteamiento conservador
En la memoria estaba el fresco recuerdo de la eliminación del Real Madrid, a manos de este City de Guardiola. En una llave equilibrada en la que prevalecieron más los errores puntuales que un trabajo táctico arrollador. Bajo esa premisa, de sacar al Madrid de Zidane, se presentaban los ingleses.
Un noble Lyon esperaba en el José Alvalade, con sus ideas claras y los cascos amarillos puestos para trabajar. El slogan de Rudi García es inteligencia, trabajo y contundencia; y así se plantaron ante un esquema irreconocible del DT de Sampedor.
Línea de cinco defensores, más dos volantes de marca: Rodri y Gundogan. Mientras tanto, Mahrez, David Silva, Foden y Bernardo Silva fueron enviados a la grada. La banca daba mucho más miedo al rival, que los propios protagonistas en campo. Y todavía, bajo ese concepto, el City parecía más.
Claro, en el papel. Porque en la realidad, y en la práctica, los franceses dieron otro masterclass táctico, así como frente a la Juventus en Turín. Lyon parecía el equipo grande en la cita, no cambió nada en su propuesta, mientras que Pep intentó adaptar su esquema para competir contra los franceses.
Poca capacidad de respuesta de Guardiola
Reconoció a tiempo que su planteamiento no era el idóneo para hacerle cara al envalentonado equipo lionés. Ingresó Riyad Mahrez por Fernandinho y volvió al 4-3-3 y sacó a Rodri por “Chino” Silva, para buscarle un socio a De Bruyne; que estuvo creando su propio juego en la primera parte.
Pero, a partir de ahí, no cambió nada más. De cinco cambios agotó dos, y si bien el equipo mejoró, se guardó las sustituciones cuando el Lyon encontró un segundo aire para hacer daño. Rudi García, en cambio, se la jugó con sacar a Depay y mandar a la cancha a Moussa Dembélé.
¿Resultado? El delantero de 24 años de edad terminó con doblete, cuando no había podido estrenar su casilla de goleo en la presente edición de Champions. Eso sí, facturó 16 dianas en la Ligue 1.
También el factor suerte jugó en contra de Guardiola. Sterling falló el potencial 2-2 con el arco vacío y pasaron al 1-3, con un error de Ederson en la portería.
Escrito por: Raúl Zambrano Cabello / @ZambranoPoesia.
Foto: Agencias.