Y un buen día le tocó volver a un lugar especial e imborrable en su carrera, en la misma cancha que llevó al Real Madrid a levantar la décima orejona, regresó para llevar al PSG a su primera final de Champions. Di María fue nuevamente el Ángel de París, esta vez en Lisboa.
Los reflectores estuvieron con Neymar, que volvió a demostrar que meterá sus piernas en el fuego mientras las papas estén hirviendo, decidido a ocupar el podio de los mejores jugadores del mundo. Convencido de ganar su primera Champions con el París.
También, Mbappé recibió flores y halagos por regresar en plan estelar al 11 titular de Thomas Tuchel. Pero el crédito mayor, de un temible tridente, se lo adjudicamos al ángel rosarino por su participación directa en los tres goles del partido frente al Leipzig.
Sacó las alas en la hora cero
Su ausencia se notó en demasía frente al Atalanta, Neymar necesitaba compañía y el argentino se tuvo que conformar con mirarlo sin vestirse de corto. Encapillado por acumulación de tarjetas.
Tuchel no dudó en alinearlo frente al Leipzig y fue él quien orquestó la banda histórica primeriza en finales de Europa. Se movió por ambas bandas, y gestó el fútbol que necesitaba Neymar y Mbappé para ser imparables ante los alemanes.
Di María puso un centro precioso, ejecutó con sello deluxe para que Marquinhos mandara a guardar un cabezazo en la zona caliente. Sí, ante la mirada de Upamecano y Klostermann, que no pudieron contener a ese toro con alas en las espaldas.
Para finalizar el primer tiempo con más ventaja, Di María apareció esta vez como un delantero centro. Siguió el movimiento de Neymar y facturó un pase de taco exquisito del brasileño. Ya tenía el Man of the Match en el bolsillo.
En cámara lenta se ve todo tan fácil…
Lo que hizo Neymar es una genialidad, y no es nada sencillo.#UCL pic.twitter.com/uUtqkiahnf
— Raúl Zambrano Cabello © (@ZambranoPoesia) August 18, 2020
Di María, un asistente probado
Desde la temporada 2003-04 nadie hizo más asistencias en la Champions que Cristiano (38) y Messi (33), ellos se han comido todos los manjares de la mejor competición de clubes europeos en el nuevo siglo. Sin embargo, el tercero en discordia es Angelito.
El 3 a 0 definitivo fue otro pase puntual de Di María, esta vez a Juan Bernat. Con su doblete en pases gol llegó a 27 en su carrera de Champions, empató a Ryan Giggs y superó a Don Andrés Iniesta.
Su partido fue de 10, su mapa de calor dejó encendido el césped del estadio Da Luz para redondear una temporada realmente certera en Liga de Campeones. En siete partidos, marcó dos goles y repartió cinco asistencias.
Y pensar que muchos argentinos todavía manifiestan que su tren en la selección ya pasó.
Escrito Por: Raúl Zambrano Cabello / @ZambranoPoesia
Foto: @ligadecampeones