La Supercopa de España tendrá una final modo clásico. Real Madrid derrotó al Mallorca con marcador 3-0 y avanzó al partido por el título de la competición, al que se había clasificado el día previo el Barcelona tras su victoria 2-0 sobre Athletic Bilbao.
Pese a contar con su cuarteto mágico (Vinicius Jr, Kylian Mbappé, Jude Bellingham y Rodrygo), el conjunto merengue sudó más de la cuenta para deshacerse del cuadro balear en el duelo disputado en el estadio King Abdullah Sports City de Yeda.
Jagoba Arrasate optó por un planteamiento ultradefensivo, esperanzado en que los suyos pudiesen mantener el cero en el arco y dar un golpe en transición rápida o la definición desde el punto penal.
Al Real Madrid le costó doblegar la resistencia del conjunto bermellón
Por esta razón, las estadísticas desiguales. Real Madrid remató 28 veces, 11 con dirección al arco, y cerró con 65% en posesión de pelota. En contraparte, el Mallorca, que no registró disparos, ni siquiera se asomó por la cabaña de un Thibaut Courtois que fue un auténtico espectador dentro del terreno de juego.
El Madrid encontró la puntería en la segunda mitad. Abrió la cuenta al minuto 63, por intermedio de Bellingham, uno de los más destacados en el césped, y clavó la estocada en el añadido, gracias a un autogol de Martin Valjent (90+2) y un tanto de Rodrygo (90+5).
La Supercopa de España es un torneo que se juega desde 1982, organizado por la Real Federación Española de Fútbol. Por años puso cara a cara a los campeones de Liga y Copa del Rey, pero desde 2020 se disputa sobre la base del formato ‘final four’, con sede en Arabia Saudita por razones comerciales.
Real Madrid y Barcelona disputarán la finalísima por tercera edición consecutiva. El club blaugrana se impuso en 2023 (3-1) y el equipo blanco cobró venganza un año después (4-1).
La nueva pulseada por la corona de la Supercopa será el venidero domingo, en el escenario árabe que albergó las semifinales, desde las 3:00 p.m., hora de Venezuela. El Madrid busca igualar los 14 títulos de su encarnizado antagonista.
Por Carlos José Méndez
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