En la selección de fútbol femenino de Venezuela todo es felicidad, tras alcanzar un par de victorias en igual cantidad de presentaciones en la Copa América Colombia 2022, donde ocupa la segunda posición del Grupo B con seis puntos. El buen momento patrio es apreciado por la delantera Mariana Speckmaier y la defensora Sonia O’Neill, porque les permitió ser reconocidas por los fanáticos de la agrupación.
Esta semana ambas atletas, conocidas como «Las Gringas de La Vinotinto» por su ascendencia norteamericana, conversaron con el periodista Humberto Turinese y dejaron claro que se emocionan mucho al jugar, porque notaron que sus hinchas las apoyan durante los 90 minutos de cada tope internacional.
“Pienso que los fanáticos de Venezuela son los mejores de toda Sudamérica. Ellos siempre nos apoyan mucho y nos motivan a ganar. Es algo muy bonito”, declaró O’Neill, zaguera de 27 años que nació en Toronto, Canadá, y tiene madre criolla.
O’Neill no olvida las raíces
O’Neill, ficha del ZNK Split de la liga croata, no olvida sus raíces venezolanas pues es fanática del dominó, un deporte muy popular en el país que le permite tomar decisiones rápidas, algo que traslada al campo, pues regularmente corta balones con facilidad gracias a su capacidad de anticipación.
“Una noche, a la semana, juego dominó con mi familia. Mi tío siempre disputa una partida conmigo. Es una tradición que he llevado más allá de mi casa, pues tengo amigos de Ecuador y Canadá que son amantes del dominó. Eso me conecta con mis raíces”, agregó mientras Speckmaier la interrumpía para participar en la conversación.
“A mi el dominó me encanta. Siempre lo juego porque es divertido. Es común en mi familia, porque tengo raíces cubanas”, admitió Speckmaier, quien conversó con Turinese desde el hotel Las Camelias de Pueblo Tapao, Colombia, donde Venezuela tiene su base en la justa subcontinental y regularmente sus deportistas comparten con sus hinchas.
“Compartir con los fanáticos es especial porque nos motivan mucho. En cada partido nos apoyan y creo que ellos nos dan esa energía que queremos para lograr ese boleto al Mundial 2023 que tanto queremos”, añadió la artillera de 24 años nacida en Florida, Estados Unidos y que pertenece al Valur Reykjavík de Islandia.
Speckmaier ama el balompié
Speckmaier desarrolló su amor por el balompié desde la infancia, pues a los 3 años ya pateaba balones y eso fue apreciado por sus padres, quienes no dudaron en buscar espacios para que entrenara la especialidad más popular del planeta.
“Yo practicaba fútbol desde niña con clubes de la YMCA de Estados Unidos y, regularmente, me medía con niños que a esa edad se involucraban más en el deporte. Esa formación me ayudó bastante a ser una buena atleta”, explicó Speckmaier que puede desempeñarse como extremo y centro-atacante sin contratiempos, y guarda una estrecha amistad con O’Neill quien tuvo una irrupción similar en el fútbol.
«En Canadá, mis papás vieron que siempre pateaba pelotas cuando tenía entre 2 y 3 años de edad. Esperaron a que estuviera un poco más grande y me inscribieron en la liga hispano-latino. De verdad, me encantó el balompié desde entonces, porque en el invierno jugaba fútbol sala y en el verano la modalidad tradicional en canchas. Me sentía cómoda retando a chicos y ahora disfruto mucho el momento de encarar cotejos de la rama femenina”, precisó O’Neill quien sueña con vestir la casaca granate en la venidera Copa del Mundo para alegrar a los seguidores de la agrupación.
“Tenemos la mentalidad de ir al Mundial y por eso apreciamos el apoyo incondicional que nos dan los fanáticos. Ellos son nuestra fuente de motivación cuando estamos cansadas y nos instan a ganar. Ahora vamos a tratar de seguir mejorando para ir a esa justa universal que tanto queremos”, concluyó O’Neill antes de abrazarse con Speckmaier, una muestra de su gran amistad.
Escrito por: Joseph Ñambre | Twitter: @JosephSports27
Foto: FVF