La Vinotinto puede no jugar bien, pero no puede ser tímida.
En Conmebol a veces también se gana con valentía.
Dice la famosa actriz Drew Barrymore: «Si no tomas riesgos, tendrás un alma perdida».
En cierta parte esto fue lo que sucedió en el partido de este martes ante Paraguay.
Un equipo venezolano tímido, cediendo la pelota y los espacios en el terreno ante un visitante que nunca se rindió ante los llaneros locales.
Se puede perder, empatar y ganar, ya que es la ciencia del juego. Lo que a mucha gente hoy le duele son las maneras y formas.
No es lo mismo perder jugando valientemente que caer siendo tímido en la mayor parte del juego.
El DT José Peseiro, que se ve que es una buena persona, y alguien muy educado, debe entender que en Sudamérica se juega con mucha sangre y gallardía.
La Vinotinto debe mostrar un poco más de eso.
Peseiro tendrá que entender que a veces el corazón da los tres puntos más que la prudencia de cuidarse, que debe conocer el ADN del jugador criollo y entender su valor en la cancha.
La experiencia europea no gana partidos en el infierno de América, y si quiere sobrevivir en esta batalla de gallos bravos, debe aprender el sazón del futbol suramericano.
Equipo cobarde no gana juegos en Conmebol, aunque a veces el equipo valiente tampoco sale vivo del campo.
Lo que sí es cierto, es que a los valientes se le recuerda y a los miedosos los fusilaban en las guerras.
Y la eliminatoria sudamericana es eso: una guerra en la que no se puede morir de miedo.
Esperemos que contra Brasil y Chile se vea una selección brava, que pelee, que defienda y luche por cada balón, que represente al país y que independientemente del resultado, sus compatriotas quede orgullosos del coraje mostrado.
John González | @JohnHate en Twitter