En el regreso a las competencias oficiales tras el parón de más de siete meses por la pandemia covidd-19, la judoca venezolana Anriquelis Barrios consiguió un enorme resultado en el Grand Slam de Hungría, luego de meterse a la final de los -63 kilogramos y colgarse una reluciente medalla de plata que la deja bien perfilada en su propósito de tomar uno de los boletos disponibles para los Juegos Olímpicos de Tokio, a disputarse el próximo año.
Exhibiendo una gran forma y determinación, Barrios, quien durante la emergencia sanitaria se mantuvo entrenando en Japón, fue derribando rivales de mejor figuración en el ranking mundial a lo largo del camino y solo encontró freno a su buen desempeño en el combate final, donde enfrentó a la eslovena Tina Trstenkak, campeona olímpica de la categoría.
La criolla cedió por ippon frente a la gran favorita en el duelo decisivo. Sin embargo, terminó con una medalla de color plateado que, además de ser histórica y constituirse en su primer podio en eventos de este tipo, tuvo sabor a oro.
Anriquelis Barrios: puro corazón
“La venezolana sale siempre con todo el corazón, a pesar de las dificultades que tenemos, estamos aquí sin entrenador y sin embargo salimos adelante. Con puro corazón obtuvimos esa medalla de plata que es importantísima para todos nosotros”, destacó desde Budapest la presidenta de la Federación Venezolana de Judo, Katiuska Santaella, en un comunicado oficial.
Ocupante del puesto 23 dentro la clasificación preolímpica de su peso, Barrios asegura de momento su ticket para la venidera cita olímpica, pero debe afirmarse en la zona de privilegio con su participación y consecución de puntos en las restantes citas puntuables programadas por la Federación Internacional de Judo para definir los cupos a la máxima cita del deporte mundial.
Escrito por: Carlos José Méndez / @CarlitosJMendez
Foto: Federación Venezolana de Judo
