Denisos Martínez pasó de trabajar como chatarrero en el relleno sanitario de La Guásima a representar a Venezuela en dos Juegos Paralímpicos, los últimos en Tokio 2020, cita en la que abre la participación de la delegación criolla a partir de las 5:00 de la mañana de este 25 de agosto en el gimnasio Metropolitano de tenis de mesa.
El carabobeño de 31 años enfrentará en su primer duelo al vigente campeón paralímpico de la Clase 11 (discapacidad intelectual), el belga Florián Van Acker, número dos del ranking mundial.
“Me siento muy bien, la experiencia de participación en Río 2016 me ha dado confianza, ahora en Tokio 2020 tenemos una expectativa más clara de los rivales y sabemos cómo enfrentarlos”, expresa el criollo, líder del continente y número 39 del mundo en individual.
Denisos Martínez quiere sacarse una espina
Martínez llegó a su segunda cita paralímpica con la idea de sacarse la espina de Río 2016, donde falló en sus dos partidos iniciales ante el húngaro Peter Palos y posteriormente ante el francés Pascal Pereira, el primero de ellos quien ocupó el podio de bronce en suelo amazónico.
“Creo que llegamos muy bien preparados. Quiero agradecer el apoyo, la atención en la preparación que hicimos en La Coruña, España, fue muy buena. Me sirvió porque jugué mucho y llegar aquí con ese ritmo de juego es importante”, explica.
El segundo choque de Martínez será el día 27 de agosto ante el local japonés Takeshi Takemori, séptimo según la clasificación mundial de la Federación Internacional de tenis de mesa adaptado.
“Me toca abrir la participación de mi delegación y es algo bonito. Creo que llegamos bien tanto mi entrenador Alexis Tovar como yo. Estamos muy motivados por el ambiente que se vive en el equipo, donde todos nos cuidamos para poder estar seguros del COVID-19 y dar lo mejor como atletas y embajadores venezolanos que somos”.
Un buen ciclo clasificatorio, pese a la pandemia
Martínez es el máximo exponente de la raqueta clase 11 de América: este ciclo se adjudicó el título del Abierto Mundial de Alejandría, en Egipto, además de brillar en torneos locales del circuito español y en abiertos internacionales de República Checa.
“Mi camino a Tokio 2020 fue difícil como el de todos por la pandemia, pero agradezco mucho a Dios, a mis entrenadores y a todo lo que viví de niño junto a mis cinco hermanos y mi abuela Nelly María, ya que eso me dio la fuerza para dar lo mejor por Venezuela”.
Escrito por: Prensa IND
Foto: Prensa IND