Eldric Sella pisó por primera vez un gimnasio de boxeo cuando tenía solo 10 años. Su razonamiento en ese momento, escribe en su blog personal , era aprender a boxear para poder defenderse de los demás.
Desde entonces, ha recorrido un largo camino desde aquellos primeros días en el barrio “23 de Enero” en Venezuela y no solo en términos de su propia motivación personal.
Después de que el colapso económico devastó a Venezuela en 2014, pronto siguieron la agitación política y la violencia, y para el aspirante a boxeador profesional que alguna vez formó parte de la selección nacional, había poco en el camino de un futuro por encontrar.
Sella tomó la decisión imposible de dejar atrás a su familia y la crisis humanitaria que se desarrollaba en su tierra natal en busca de más estabilidad y mayores oportunidades en otros lugares.
Eldric Sella dejó Venezuela huyendo de la crisis
Él y su novia huyeron a la cercana Trinidad y Tobago, donde se les concedió el estatus de refugiados. El padre de Sella, que por cierto ahora es su entrenador de box, se unió más tarde a ellos.
El dúo de padre e hijo probó su primer éxito en suelo caribeño cuando Sella ganó la plata en el Campeonato de Boxeo de la Asociación de Boxeo de Trinidad y Tobago en 2019.
Lo puso en el camino que lo llevó a convertirse en becario del COI para deportistas refugiados en diciembre del año pasado. La perspectiva que ahora le presenta es una que valora inmensamente. El escribe:
«En este programa, tendré la oportunidad de participar en los Juegos Olímpicos y representarme no solo a mí, sino a millones de personas en todo el mundo que, como yo, se vieron obligadas a dejar atrás su hogar y sus sueños».
Eldric Sella
En cuanto a cómo reflexiona sobre la casa, se vio obligado a escapar de Sella, nunca deja pasar un día sin ella. Come arepas, un plato nacional venezolano, todos los días.
Texto tomado de olympics.com
Foto: Cortesía