Orluis Aular completó otra buena presentación en la edición 78 de la Vuelta a España, su primera experiencia en una grande, tras cruzar de 14 en la definición de la quinta etapa, un trayecto de 186.2 kilómetros entre Morella y Burriana, que conquistó al sprint el velocista australiano Kaden Groves para firmar su segunda alegría en días consecutivos.
El corredor venezolano y ficha del Caja Rural atravesó la meta con el mismo tiempo de Groves (4 horas, 23 minutos y 43 segundos), en su segundo top15 de la ronda, pero quedó con mal sabor de boca, al no poder emplearse a fondo en el embalaje final y desaprovechar la oportunidad de firmar el podio en una llegada totalmente plana, ideal para sus condiciones.
Orluis Aular, un llanero solitario
Sin el apoyo de un compañero que pueda lanzarlo y ayudarlo a abrirse hueco de cara al envión definitivo, al nacido en Nirgua le fue imposible colocarse en posición favorable y sprintar con los pedalistas que al final se pelearon por el triunfo parcial.
Aular venía de marcar un sexto peldaño en la jornada precedente y se sentía con confianza para buscar una mejor posición. Pero el desenlace no fue como lo imaginaba y deberá esperar por una nuevo chance.
El belga Remco Evenepoel, una de las súper estrellas actuales del ciclismo, mantuvo su condición de líder, en un miércoles en el que los favoritos reservaron energías con miras a la sexta porción, segundo arribo en alto de la competencia.
Por Carlos José Méndez
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