El 30 de agosto de 1999, Edgardo Alfonzo brindó una exhibición de bateo con Mets de Nueva York en un duelo frente a Astros de Houston, en el que no falló en ninguno de sus turnos.
Hace 21 años, Alfonzo se presentó en el extinto Astrodome de Houston y maravilló a los 28.032 fanáticos que asistieron a ese escenario al hacer gala de su buen contacto. Bateó de 6-6 con cinco carreras impulsadas y seis anotadas en una victoria 17 a 1 de Nueva York.
Entre sus conexiones sobresalieron cuatro extrabases, desglosados en un doble y tres jonrones, una muestra de que en esa ocasión vio “clarita” cada pelota lanzada por pítchers siderales.
Su actuación lo hizo ganarse el apodo de “bateador profesional” por parte de Fernando Arreaza, narrador deportivo venezolano que en 1999 conducíael espacio Deportivas Unión Radio.
Los jonrones de Edgardo Alfonzo
Alfonzo, segunda base mirandino que en ese entonces tenía 25 años, le despachó sus cuadrangulares a tres lanzadores de una tropa cósmica que pertenecía a la Liga Nacional, al igual que Mets.
En el primer capítulo, le empalmó un estacazo solitario a Shane Reynolds entre los jardines central e izquierdo, cuando en la pizarra había un out.
En el cuarto inning se midió con Brian Williams y lo castigó con un bambinazo impulsor de dos anotaciones. Había un atacante retirado y le desapareció la bola por el bosque izquierdo.
Tronó su último cañonazo ante Sean Bergman, a quien también le depositó la bola entre los bosques central e izquierdo. No encontró corredores en circulación.
Alfonzo encabezó un “festival de vuelabardas” del equipo de la Gran Manzana que era dirigido por Bobby Valentine. Sus compañeros Darryl Hamilton y Mike Piazza también botaron esféricas.
El intermedista se gozó cada turno
En una entrevista concedida a El Camerino TV, Alfonzo, hoy día de 46 años y quien espera su ceremonia de exaltación al Salón de la Fama de los metropolitanos, admitió que se gozó cada uno de los chances con el madero que consumió en aquel cotejo contra Houston.
“Ese es el juego que yo no quería que acabara”, dijo Alfonzo, quien reside en Estados Unidos y en la Liga Venezolana de Béisbol Profesional (LVBP) trabajó para Navegantes del Magallanes y Tigres de Aragua. “Me sentía muy bien y todo lo que me tiraron lo conecté”.
Al irse de 6-6, Alfonzo se convirtió en el primer representante del combinado de Queens en ostentar una faena de ese tipo en 38 años.
Según National Past Time, el camarero, que alineó como tercer toletero en un choque ganado por Masato Yoshii y perdido por Shane Reynolds, disparó dos sencillos y alcanzó 16 almohadillas. Eso representa una marca para un integrante de Nueva York en un partido.
La clave del buen desempeño del mirandino
Alfonzo afirmó que la confianza fue determinante para conseguir un desempeño ofensivo tan sobresaliente contra los astrales.
“Tenía la confianza en mil y por eso saqué tantas pelotas por el leftfield. Pienso que si tú no tienes confianza en tus capacidades, no puedes jugar ningún deporte. Cuando crees en tu talento, puedes enfrentarte a cualquiera”.
Alfonzo intentó sacar la “redonda” una vez más en la última oportunidad que consumió en el domo de Texas, pero no pudo. Eso no le causó frustración, más bien le permitió asimilar que, al menos, durante esa jornada podía conectar cualquier lanzamiento.
“En el último turno busqué sacarla de mala fe, pero pegué un doble y terminé de 6-6. Al final, todos los muchachos me felicitaron. Eso es algo que siempre recordaré”.
Escrito por: Joseph Ñambre | @JosephSports27
Foto: MLB
