Táchira bordó la estrella 11 a su escudo tras derrotar a Carabobo en penaltis

El Deportivo Táchira bordó la estrella 11 a su escudo tras derrotar a Carabobo en los lanzamientos desde el punto penal (2-4), tras un empate sin goles en el tiempo reglamentario del partido de vuelta de la gran final de la Liga FUTVE 2024 disputado a casa llena en el Misael Delgado de Valencia.

El global en la serie pautada a ida y vuelta terminó con igualdad 1-1 (el duelo en San Cristóbal había finalizado con ese marcador), por lo que se requirió de una definición desde los 12 pasos para dirimir al campeón del balompie profesional de Venezuela.

Los pateadores del Carrusel Aurinegro estuvieron más atinados y le dieron al equipo fronterizo su segundo título absoluto consecutivo, esta vez con Edgar Fernando Pérez Greco como director técnico, un cargo que asumió de emergencia en pleno cuadrangular final, tras la sorpresiva renuncia de Eduardo Saragó.

Los aurinegros fallaron solo uno de sus cinco intentos, mientras que los granates erraron dos de sus cuatro tiros.

El año pasado, Táchira se coronó frente al Caracas FC, su encarnizado rival, también en los penales. Así las cosas, el histórico club andinó se colocó a una corona de igualar al equipo de la capital como el más laureado del fútbol criollo.

Además de lograr su primera estrella en rol de DT-en el que acumula solo ocho partidos de experiencia- Pérez Greco igualó a Carlos Fabián Maldonado como las únicas figuras de la institución en levantar el trofeo de campeón como entrenador y futbolista.

Carabobo desaprovechó su localía

Carabobo hizo un gran negocio en la ida, al rescatar un empate 1-1 en Pueblo Nuevo, y todo hacía presagiar que al jugar en su casa, con el apoyo del público que plenó las gradas del Misael Delgado, apostaría por un planteamiento de juego más ambicioso, con mayor peso en el ataque que en su defensa, para completar la faena y alcanzar la primera estrella de su gloria.

Pero, todo lo contrario, el estratega español Diego Merino repitió el esquema de la ida y de alguna manera minimizó sus oportunidades de triunfo. Una vez más, las figuras del Carabobo fueron jugadores de perfil defensivo, como el caso del volante de primera línea Jimmy Congo, los laterales Miguel Pernía y Marcel Guaramato, los centrales Carlos Lujano y Paolo Chacón, que ingresó antes de la media hora por el lesionado Leonardo Aponte, y el portero argentino Lucas Bruera, autor de dos grandes atajadas, con las que mantuvo su arco en cero.

Gol tachirense anulado

En cambio, Táchira salió a buscar el partido. No le fue fácil encontrar caminos frente al dispositivo defensivo del Carabobo, pero se hizo dueño del balón y no dejó de intentarlo.

Al minuto 20 dispuso de una situación clara, pero Daniel Saggiomo lanzó el balón por encima del travesaño, tras una bonita acción individual del extremo Gleyker Mendoza.

Y al 31 llegó la acción más trascendente de la primera mitad. El delantero Bryan Castillo, reemplazo de Anthony Uribe en el once abridor aurinegro, en el que se ausentaba el lesionado Roberto Rosales e ingresaba e su lugar Yanniel Hernández, mandó a las redes la esférica, tras un pase filtrado de Maurice Cova, pero el principal anuló la anotación por una falta previa del argentino Leandro Fioravantti, tras consulta con el VAR, que estaba comandado por el mundialista Juan Soto.

Táchira estuvo cerca del gol en dos ocasiones durante el segundo tiempo, pero ‘El Loco’ Bruera evitó la caída de su valla con dos impresionantes atajadas, la primera de ellas al 54 y ante un cañonazo desde la frontal del área de Bryan Castillo y la segundo en el 78 volando por los aires para puñetear un balón cobrado de tiro libre por Carlos Sosa que se coloaba en el ángulo izquierdo de su pórtico.

Táchira respondió en los penaltis

Carabobo, que según la estadísticas oficiales solo tuvo un disparo con dirección al arco en los 90 minutos, se jugó su última carta en los penaltis. Y allí, como si fuese un castigo por su falta de ambición, salió con las tablas en la cabeza.

Dos de sus cuatro cobradores fallaron en la tarea. El experimentado Richard Blanco, que había entrado desde el banco de suplentes para ser uno de los pateadores en la decisiva tanda, malogró su ocasión al estrellar el balón en el travesaño en el primer turno del cuadro de Valencia, mientras que Guaramato cobró muy ajustado y falló la suya en la cuarta ronda. Solo acertaron Gustavo González y Erickson Gallardo.

En el caso del Tachira hubo cuatro aciertos en cinco intentos. Cova convirtió el suyo y luego Sosa vio como Bruera tapaba su envío, pero a continuación marcaron el colombiano Felipe Pardo, Carlos ‘Pipo’ Vivas y Pablo Camacho para coronar nuevamente al club de San Cristóbal como rey de la Liga FUTVE.

El aurinegro puso la guinda al pastel a un semestre de ensueño, que se cerró con un invicto de 22 partidos.

Por Carlos José Méndez / Foto: Raúl Zambrano

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