«Me encantó la idea de representar a Latinoamérica. No he tenido tiempo de procesar esto. Tiene potencial de ser algo grande. Puede terminar siendo una franquicia de la NBA», dice Daniel Soto, quien trabaja actualmente en el cuerpo técnico de Capitanes de Ciudad de México como coordinador de video en su segundo año dentro de la NBA G-League.
Con 24 años escaló desde ayudante en el equipo de baloncesto de su universidad hasta formar parte de la liga de desarrollo y sumar experiencias a su currículo. En charla exclusiva con Sports Venezuela cuenta cómo llegó al equipo mexicano, sus orígenes venezolanos, el rol que ocupa en el banquillo y la llegada de Garly Sojo, anunciado oficialmente este jueves.
Nacido y criado en Texas, el baloncesto siempre estuvo presente
Hijo de zulianos, nació en Texas y pasó una leve parte de su infancia (entre que tenía 1 y 3 años aproximadamente) en Maracaibo, antes de regresar a Estados Unidos. «Trato de preservar mis cosas venezolanas y de Maracaibo sobre todo. Si eres maracucho, eres maracucho. Espero también poder trabajar con La Vinotinto algún día con alguna función, sería lo mejor», asegura, con un castellano avanzado a pesar de crecer y vivir el mayor tramo de su vida en Norteamérica.
Su primera conexión con el baloncesto va de la mano naturalmente con los San Antonio Spurs, el elenco de su localidad, precisamente en el segundo anillo de Gregg Popovich (2003) y con Manu Ginóbili como jugador favorito.
De lavar los uniformes a grabar y editar los entrenamientos
Para su segundo año en UTSA (University of Texas at San Antonio) comenzó a involucrarse con el equipo masculino de la institución. De allí hasta que se graduó de psicología en 2019 fue añadiendo tareas que al principio consistían en lavar los uniformes o llevar los balones, y su tercer período ya lo tenía como encargado de grabar los entrenamientos y editarlos para que los entrenadores utilizaran el material.
Recibió su diploma y el staff técnico le dio sugerencias para seguir ligado al mundo de la pelota naranja: «Un coach con el que tenía buena relación me dijo ´ve a la Summer League y ahí puedes encontrar a alguien que fue a UTSA o que yo conozca y te conecto, solo avísame´, así que fui». Habló con un asistente de un equipo que lo contactó con un scout del Utah Jazz, también de la misma alma mater:
«Le mandé el currículum y no quedó en nada. Un mes después me envió un mensaje diciéndome que el nuevo coach de los Vipers (filial de Houston Rockets) estaba en su primer año y necesitaba a alguien como yo, que hiciera todo eso, que supiera de video. No me iban a pagar pero tenía mi casa ahí, así que dije dale, le echo pichón». Su familia se había mudado años atrás justamente a esa zona, Rio Grande Valley, en la frontera con México.
Primera experiencia a nivel profesional de Daniel Soto: la filial de los Rockets
Así llegó a la liga de desarrollo de la NBA. Una competencia donde las organizaciones tienen sus escuadras alternativas para que los exponentes jóvenes que no gocen de minutos en el calendario tengan rodaje y evolucionen individualmente. Ese era el caso de los Rockets. Danny compartió infraestructura y sesiones de prácticas con talentos de los cuales algunos dieron el salto al tope.
Una vacante surgió al empezar la temporada 19/20 y otra vez, le «echó pichón»: «Cuando empecé creí que iba a ser similar a lo que hacía en UTSA, pero la primera semana no llegó el coordinador de video. Me dijeron que si lo quería hacer podía hacerlo, que sino, contrataban a alguien, y les dije que yo me encargaba. Viajaba con el equipo y hacía todo lo de video, aunque no era un título oficial«.
También aparece en su perfil un puesto como Player Development, cargo que ha tenido, por ejemplo, Steve Nash con los Golden State Warriors campeones o el mismo Ginóbili ahora con los Spurs. Acerca de su función, indicó:
«Como en la G-League los staff son muy pequeños tienes que estar en la cancha ayudando con el desarrollo, después el video…Una práctica de NBA o de G-League normalmente tiene 30 minutos de trabajo individual y una hora de equipo. Tenemos una estación donde los ponemos a trabajar el tiro, el drible, la finalización, o todo… te dan la libertad de trabajar lo que quieras con la visión del coach».
Cómo llega Daniel Soto a Capitanes, la bandera latinoamericana en el mundo NBA
«Yo estaba pensando que de ahí iba a Houston (Rockets). Decía, trabajo en la Summer League, el año que viene me meto en el cuarto de video de Houston, porque es la trayectoria común de los jugadores y los staffs«, especuló, sin embargo, llegó una oportunidad llamativa.
Los Vipers se había coronado en la campaña anterior a su arribo, por lo que representaron a la liga en la FIBA Intercontinental Cup, un cuadrangular en Tenerife. Con altos cargos de la G-League que viajaron por el evento se debatió la inclusión de Capitanes, la que es la primera franquicia latinoamericana en la historia del básquet estadounidense, y por su experiencia y orígenes, le plantearon la idea de integrar el banquillo azteca.
Todo iba encajando para él y sus compañeros: «El staff de Vipers me dijo que era una oportunidad perfecta para mí. Con mis raíces venezolanas, hablaba español y podía darles experiencia de G-League que quizás no tenían. Después me enteré que aquí estaba un asistente que había conocido en la G-League, Mitch Thompson. Cuando enfrentamos a los Bucks los dos staffs cenamos y tuvimos buena relación«.
Las metas de los capitalinos: darle exposición a los latinos y crecer como organización NBA
Para el maracucho/americano cosechar triunfos es algo natural de un sistema competitivo, aunque el foco es otro para Capitanes: «Nosotros queremos ganar, claro. Pero en la posición que estamos nosotros podemos darle un lugar para mostrarse a estos jugadores latinos que quizás no han tenido esta oportunidad, y subirlos al próximo nivel, sea NBA, ACB (liga española) o donde sea. Para mí eso es lo que importa». Arrastran balance de 2-2 durante el inicio de la Showcase Cup, certamen previo a la liga tradicional de la cual no participarán este año.
Cuando los frutos de esa labor se vean a simple vista, lo demás caerá por gravedad. «Desde ahí podemos crecer como marca y los jugadores de Latinoamérica nos van a tener como el primer lugar a donde van a querer jugar, porque pueden tener una plataforma para destacarse«, agregó.
El plantel dirigido por el español Ramón Díaz cuenta con múltiples nacionalidades: mexicana, venezolana, puertorriqueña, dominicana, trinitense y estadounidense.
Garly Sojo y su adaptación al cambio de ambiente
Solo pudo compartir con Garly Sojo unos pocos días ya que se marchó antes a los campamentos previos al torneo, y el aterrizaje del alero caraqueño a EE.UU se retrasó por problemas de visado. Aún así lo conoce bien, al menos deportivamente:
«El staff entero ha estado muy involucrado en el proceso de buscar jugadores latinos. Veías los Qualifiers de las Olimpiadas, los juegos de Venezuela y decías, ´pero por qué no está jugando en una liga mejor´. De ahí lo empezamos a seguir, a recolectar información, scouting. Pensamos que tiene un perfil buenísimo para ahorita y para el futuro. Es un jugador que tiene todo lo que necesitas para jugar en la NBA. Con todas las facilidades que tenemos aquí queremos ayudarlo a que suba al próximo nivel. Trabaja muy duro. Le va a costar un poquito la cultura y el inglés, pero tiene todo el talento. Y los intangibles, esas cosas no las puedes enseñar».
Sobre qué debe mejorar para no sufrir un cambio violento a lo que estaba acostumbrado en la Superliga de Baloncesto junto a Broncos de Caracas, expresó: «En la G-League no hay que pensar mucho, pero tienes que leer decisiones, la ayuda correcta en defensa, tienes que estar concentrado al 100%. El ya tiene buenas sensaciones anticipando los pases. Tiene que jugar con la intuición pero también reconocer que es parte de un quinteto».
Los objetivos personales de Daniel Soto
La psicología deportiva era la razón de involucrarse a primera instancia en este ecosistema: «Esto que estoy haciendo con el básquet es una apuesta en mí mismo, para ver si no necesito ir a especializarme en eso. Voy a ver cuánto me dura esto aquí».
Ya a largo plazo, tiene muy claras sus aspiraciones. «Para mí estar con Capitanes es algo que quiero hacer. Si puedo estar aquí cinco años, quiero hacerlo. Hacer crecer el mundo del básquet en Latinoamérica, representar a Venezuela, que salgan más Garlys Sojos. Pero mi dream job en estos momentos, a lo que aspiro ahora mismo, es ser scout internacional y de ahí pasar a un rol de GM (Gerente General de una organización, NBA o en otro país). Esa es mi meta personal», aclaró, viéndose tomando decisiones de reclutamiento o traspasos más que con una pizarra en el tabloncillo.
Escrito por: Santiago Aceituno R / @SantiAce23
Foto: Prensa Capitanes CDMX