DeMarcus Cousins firmó por un año con los Houston Rockets, que no pasan por el momento más estable de la franquicia y apuestan, sin mucho riesgo, por un jugador con varios tambaleos en las últimas temporadas.
En los Pelicans formó una dupla de dos torres junto a Anthony Davis, pero una lesión lo apartó. Llegó a los Warriors y rindió bien cuando se recuperó, hasta que volvió a resentirse. En la búsqueda de equipos competitivos, los Lakers fueron los que le dieron la oportunidad de pertenecer a la plantilla mientras esperaban su vuelta a la cancha, y no disputó ni un minuto con el oro y púrpura.
Ahora aterrizó en Texas. Donde el ambiente está tenso con los rumores de Russell Westbrook y James Harden queriéndose marchar. Viene a cubrir una posición de la que no se hablaba con Mike D´Antoni, el pívot. Los Rockets dicen adiós al small-ball o eso intentan.
Negativo por negativo puede dar positivo
En su época con los Sacramento Kings, quienes lo draftearon y lo vieron convertirse en un All-Star, surgieron problemas de actitud. Forzó su traspaso. Sin embargo, los inconvenientes recientes ha venido de mano de las bajas física que ha sufrido.
«Boogie» tiene el talento. La última campaña en New Orleans -17/18- jugó 48 partidos y promedió 25 puntos, 12 rebotes y 5 asistencias. Con protagonismo y salud, destaca y emerge como uno de los mejores «grandes» de la NBA. Al menos en el costado ofensivo.
La negatividad de Cousins podría traer dos cosas a Houston: más preocupaciones o una solución al engranar con un plantel en llamas. La pieza que puede hacer sentir cómodos al combo de guardias MVP´s. En el primer caso, no se están arriesgando. El «centro» no llega de salvavidas a recomponer el equipo. Es una ficha con poco que perder y mucho que ganar.
Eso lo saben los Rockets y por eso le dan este chance de integrarse. Siempre cargará con 4 Juegos de Estrellas y 2 All-NBA. Tiene 30 años. Está a tiempo para superar las adversidades y ser importante en un equipo top four del Oeste.
Escrito por: Santiago Aceituno R / @SantiAce23
Foto: The Athletic
