La jerarquía de Vidal no lo salvó de una tonta expulsión

Arturo Vidal se marchó expulsado en el primer tiempo, uno abajo, en el Giuseppe Meazza ante el Real Madrid. Terminó 0-2 a favor de los merengues, quienes encaminan su lugar en la segunda ronda, a diferencia del Inter.

Vidal comprometió a su equipo

El chileno reclamó fuertemente un penal que no se le pitó a los locales. Tras su primer llamado de atención al ser amonestado, lejos de calmarse fue contra el árbitro y aumentó su enojo con el principal.

Los de Conte habían sumado dos puntos en las tres fechas anteriores. No podían perder en su estadio. El mediocampista de 33 años comprometió, más de lo que ya estaba, la clasificación de su club a los octavos de final y el cargo del entrenador, a corto y mediano plazo, que lo pidió explícitamente.

La experiencia, jerarquía y garra del «Rey» no fueron más que su intensidad en el campo de juego. Dejó a los suyos con uno menos. Si hubiese permanecido el resto de la noche, no aseguraba un cambio en el resultado final, ni mucho menos, pero algo hubieran subido las posibilidades.

Bicampeón de América, ha vestido la camiseta de gigantes del fútbol europeo como el Bayern Múnich, Juventus, Barcelona, sabe lo que significa estar presente en la competencia más importante del continente. Por más que se quiera juzgar al referee de «sensible» o «apresurado» no puedes irte contra él con una amarilla encima.

Esa absurda acción no iba a modificar ni la decisión, ni el marcador, ni el transcurso del encuentro. El destino del nerazzurri en Champions no está totalmente en su poder. Deberá ganar las dos citas restantes y depender de otro resultado, principalmente de lo que suceda entre el Borussia Mönchengladbach y la «Casa Blanca». Conte peligra nuevamente en lo más alto del panorama europeo.

Escrito por: Santiago Aceituno R / @SantiAce23

Foto: @Squawka

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