Sincero y tranquilo. Así lució el alero Kevin Durant durante una entrevista concedida el miércoles a Draymond Green, alero de poder que conduce el programa Chips transmitido por el canal de YouTube del portal Bleacher Report.
En ese espacio, ambos basqueteros recordaron anécdotas de sus carreras, incluida una en 2018 que protagonizaron cuando defendían los colores de Warriors de Golden State en un duelo de la NBA frente a Clippers de Los Ángeles.
El dueto se enfrascó en una discusión que generó polémica y, en cierta manera, muchos periodistas estadounidenses aseveran que Durant se unió a Nets de Brooklyn por el altercado. Eso causó de Green fuera criticado por cronistas. Durant habló sobre ese tema y fue tajante.
«Realmente pienso que me salí de Warriors por la falta de comunicación (entre jugadores y directivos). Ellos hablan de que son una familia, pero en ese instante actuaron como si eso no fuera cierto. Por eso no me agradó la actitud de la gerencia en ese momento», dijo Durant.
Una realidad para Durant
Durant, quien guio a Estados Unidos a la conquista de la medalla dorada en el torneo de baloncesto masculino de las Olimpiadas Tokio 2020 –en las que tuvo como compañero a Green-, cree que se manejó mal el altercado por parte de Golden State pues no considera que se tomaron las medidas adecuadas para evitar futuros altercados.
«Warriors dejó ver ante los medios que no había pasado nada y eso simplemente no fue así. Nuestro entrenador Steve Kerr no quiso opinar sobre la situación a pesar de que sabía lo que pasaba. Bob Myers (gerente general de Golden State) sólo te disciplinó a ti (Green) y pensó que con eso acababa la discusión. La directiva actuó mal y por eso me molesté».
Durant emigró a Brooklyn al término de la temporada 2018-2019, la misma en la que Golden State perdió la Gran Final ante Raptors de Toronto y en la que el primer atleta sufrió una grave lesión que lo sacó de la cancha durante todo el torneo 2019-2020. Regresó en la campaña 2020-2021 y ayudó a Nets a participar en los playoffs.
Dejó claro que su salida de la tropa no fue producto de una rabieta, sino de un análisis exhaustivo.
«Tengo un enorme respeto por mis colegas y por la gente de Warriors, pero cuando me marché, sentí que era el momento indicado para hacerlo. Tenía otras prioridades y por eso opté por jugar con Brooklyn. No hay rencores».
Una enseñanza para el alero
Este puesto tres ganó dos títulos con Golden State en las justas 2016-2017 y 2017-2018, y fue Jugador Más Valioso (JMV) de las finales de esos certámenes.
Se unió a Warriors tras trabajar durante ocho contiendas con Thunder de Oklahoma City, que heredó la franquicia de Supersónicos de Seattle para el que Durant laboró en su año de novato.
El perimetral, que por su estatura de 2.08 metros puede actuar como interno de manera eventual, no se arrepiente de haberse unido a Golden State en un instante en el que deseaba saciar su sed de triunfos.
«La gente me criticó cuando después del torneo 2015-2016 decidí irme a Golden State, pero era lo que yo necesitaba hacer en ese momento. Vi cómo Warriors perdió la final de esa cita y sabía que podía aportar para ayudarlo a ganar campeonatos y así fue. Pienso que fue la decisión correcta».
Agregó que ahora tratará de llevar a Nets a la conquista del gallardete de la NBA porque su única intención es colaborar a conformar elencos ganadores.
«Sonará a cliché, pero desde que estuve en la escuela secundaria me sugirieron que entrenara para competir y ganar. Debes practicar con la misma intensidad que tienes al momento de saltar a la cancha. Nunca hay que perder la motivación para triunfar porque eso es lo te hará mejorar cada día”.
Escrito por: Joseph Ñambre | Twitter: @JosephSports27
Foto: Bleacher Report