Guadalupe Díaz ha sido la cara joven del baloncesto femenino en Venezuela este 2021 con sus puntualizadas actuaciones en los dos torneos que se disputaron hasta ahora: La Liga Sudamericana Femenina y la reciente FIBA Women´s AmeriCup. Acompañada de las que tienen más recorrido: Waleska Pérez, Génesis Rivera, Ivaney Márquez y Yosimar Corrales en ambas presentaciones, y Daniela Wallen en la de hace una semana, resaltó como la mejor jugadora del banquillo en Pastoras de Lara y la Selección Nacional, respectivamente.
Así llega a una entrevista exclusiva con Sports Venezuela para hablar de su voluminoso trayecto con 21 años, las sensaciones de sus primeras competencias internacionales de mayores -sacando unos Juegos Bolivarianos de 2017- y sus inicios con la pelota naranja en Yaracuy, estado al que representó múltiples veces en el país.
La AmeriCup 2021 en San Juan, Puerto Rico, para Guadalupe Díaz
«Estoy súper contenta. Creo que a pesar de estar inactivas por un buen rato, lo dimos todo. Entregamos cuerpo y corazón en la cancha. Realmente queríamos otros resultados, pero logramos uno de los objetivos, que era clasificar a los Panamericanos. Qué te puedo decir, perdimos con los tres mejores equipos de América. La mayoría de nosotras éramos jóvenes, inexpertas en una AmeriCup. Particularmente me sentí muy bien. Los minutos en la cancha los pude aprovechar de la mejor manera posible. Con errores, cosas que aprender, pero dispuesta a escuchar a los que saben para poder desarrollar mi juego», dice sobre su percepción personal de la cita continental. Venezuela cayó con Estados Unidos y Puerto Rico en Fase de Grupos, y Brasil en cuartos de final, en ese orden, las dueñas del podio americano.
Allí promedió 4.5 puntos, 1.3 rebotes y 1.5 asistencias durante los cuatro duelos. Destacando en el debut con las locales al repartir 4 pases a canasta -líder aquella noche por las venezolanas- y sumando 9 unidades (2/2 3PT) en la única victoria contra República Dominicana.
Sobre la diferencia de este certamen a los que había afrontado anteriormente y si podía compararse, indicó: «Para nada. Cuando juegas y te enfrentas con esta calidad de equipos te das cuenta de que es un nivel increíble. Queremos estar en ese nivel, trabajaremos para eso. Sabemos que es un proceso bien difícil. Ya dimos el primer paso y tenemos la iniciativa. En noviembre hay una ventana, esperemos se dé la Superliga para que sigamos dando nuestro granito de arena y podamos elevar el nivel de competitividad en Venezuela. Este torneo fue el disfrute de todo el trabajo que he hecho desde hace mucho tiempo. Contenta por compartir cancha con Yosimar, Daniela, Waleska, Génesis e Ivaney que no pudo estar adentro y nos dio ese apoyo como la gran capitana que es».
También se tocó la LSF con el cuadro larense. Su primera incursión fuera de las fronteras como profesional: «También un nivel muy alto. Me ayudó muchísimo para estar en la AmeriCup. Creo que fue lo que me abrió la puerta. Creo que me fue muy bien, aprovechar los minutos, descansar a las abridoras, eso es lo que quiero, cumplir mi trabajo y saber que puedo ayudar a mis compañeras en la mayor medida de lo posible». Dejó 7.3 tantos en 16.8 minutos (3 encuentros).
Inicios en Yaracuy, más y más representaciones
-Empezaste a los 10 años, ¿no?
–Comencé a los 10 años. Mi familia es deportiva y tengo tíos que jugaron baloncesto. A los meses pude viajar a mi primer torneo nacional. De ahí he practicado constantemente, es algo que me apasiona. El básquet me ha dado lo mejor, me ha abierto puertas. Cuando empecé era un hobbie, quería hacer algo en unas vacaciones. Antes jugué balonmano, hice gimnasia, kickingball. Cuando llegué no lo vi como algo que iba a ser mi trabajo, que me iba a apasionar, que le iba a sacar tanto provecho. Nunca me lo imaginé. Comencé a hacer cosas diferentes, a viajar, a aprender a driblar, lanzar, veía que viajaba todos los años. Eran cosas que te motivan cuando eres una niña, ir y meter 10 puntos en un partido.
– ¿Cuándo te diste cuenta de que podías ser jugadora de alto rendimiento?
– A medida que fui jugando, representando a mi estado. Tuve la primera oportunidad de representar a la Selección Nacional a los 14 años en un U15 que se dio en Barquisimeto. En ese proceso de torneos nacionales, siempre uno resaltaba, dabas lo mejor y te hacían saber que hacías las cosas bien. Hubo un momento con la Selección de Yaracuy en el que me dijeron que venía una Selección Nacional y yo podía dar ese salto. Nunca ha sido fácil porque bueno, soy muy pequeña (163cm) y siempre me decían que no podía hacerlo por mi estatura. Que el básquet es de las alturas. Nunca fue un impedimento para mí. Me amo cómo soy. Siempre tengo que trabajar el doble o el triple, pero nunca me ha importado. A partir de ese U15 en el que quedamos subcampeonas vinieron muchas cosas buenas: premundiales, mundiales 3×3…
– Viajes con clubes, con la Selección, categorías menores, mayores, ¿Cuántas veces te han rookeado ya?
– Este es otro rookeado (mostrando un mechón de pelo pintado). Ya he perdido la cuenta. Espero que no haya más, jajaja. Este fue porque era la primera vez con las mayores. Creo que todos pasamos por esto. Es la bienvenida a algo nuevo. Estoy contenta también, obviamente es algo feito. Sé que es el comienzo de muchas cosas. Todo fue una experiencia enriquecedora.
– Tuviste un juego de 31 puntos y 8 triples en 14 intentos contra Guatemala por el FIBA Americas U18, ¿Ha sido tu mejor juego hasta ahora?
– Hasta ahora, sí. Ese campeonato fue muy bueno para mí. Ese juego en particular fue increíble. Andaba en mis días, aquel partido el coach me dio la oportunidad de hacer mi juego, de liberarme. Indiscutiblemente ha sido mi mejor juego.
– Varias participaciones en copas 3×3, ¿Cómo ves la modalidad?
– Es como le llamamos aquí, una caimanera. También es bueno. Hay que pensar súper rápido. Más contacto. Tiene que ver con el básquet y me gusta igual.
Múltiples apariciones en todos los niveles de Guadalupe Díaz
El currículum de Guadalupe empieza con su primer Torneo Nacional en 2011, categoría Mini-básquet, meses después de comenzar con su nueva vida alrededor del balón. De allí, entre otras cosas, acumuló presencias en Campeonatos FIBA Americas U15, U16 y U18, premundiales de la categoría, Sudamericano U18, Juegos Bolivarianos 2017 -primeros con la mayor-, Mundial 3×3 U18 en Kazajistán y también una corta experiencia con Deportivo Anzoátegui en la liga de Venezuela en 2016.
Acerca del año que tuvo más inactividad por la pandemia, comentó: «Estaba en mi casa y al principio no podía entrenar. A medida que fue pasando el tiempo tuve el chance de ir con Pastoras de Lara, supuestamente venía la Superliga y comencé a practicar en Barquisimeto. No era mucho lo que se hacía porque no era seguro que vendría el torneo. Retorné a casa y mi papá era mi preparador físico, prácticamente. En las mañanas entrenaba y en la tarde descansaba, y comencé la carrera universitaria de Ciencias del Deporte».
Ahora le toca un merecido descanso luego de un mes y medio de preparación para la AmeriCup, semana de juegos y vuelos. Esperando que se logre efectuar la Superliga Femenina y escoger alguna propuesta para ponerse el uniforme de una escuadra que le dé la oportunidad de continuar con su desarrollo y proyectarse.
Escrito por: Santiago Aceituno R / @SantiAce23
Fotos: FIBA
