Sí, señores, tenemos serie en las Finales de la NBA. A pesar de las bajas de Bam Adebayo y Goran Dragic, y de estar 0-2 abajo, el Miami Heat no se rinde. El hecho de que el equipo tenga la capacidad de lucha sin importar las circunstancias o el rival se lo debemos a Jimmy Butler, líder indiscutible de la plantilla. Con un partido de leyenda neutralizó a unos desconcertados Lakers, que no dieron con la solución para frenarlo.
Jimmy Butler en números… y en carácter
Butler terminó con 40 puntos, 11 rebotes, 13 asistencias, 2 bloqueos y 2 robos. Nunca nadie logró tener una plantilla estadística semejante en las Finales de la NBA.
Anotó o asistió en 73 puntos, solo a un tanto de igualar la máxima marca en la historia de la liga en su fase final. El récord lo ostenta Walt Frazier.
No intentó ni un solo triple. Jimmy Butler atacó al aro sin piedad y obtuvo los resultados que requería. O conseguía el doble, o la falta, e incluso ambos una que otra vez. Lakers no parecía estar totalmente inconforme con ello, pues poco hicieron para evitar ser destrozados desde la media distancia. Pero es que fue mucho «Jimmy Buckets».
Su carácter y su mentalidad ganadora son aún más importantes que los números. Sobre el final le envió un claro mensaje a sus rivales.
«Están en problemas»
También, sin quererlo -o quizás sí-, le dejó muy claro a los medios, y a los fanáticos, que los números son irrelevantes si no consigues la victoria. «Ganar, no me importa un triple-doble… Yo quiero ganar«. Ese es Jimmy Butler, un ganador.
Escrito por: Jorge Fernández / @SirGeorgeF.
Foto: Miami Heat.