Venezuela: ¿Qué salió tan bien en Buenos Aires para una ventana «perfecta»?

Pasado el emocionante fin de semana en Buenos Aires para llevarse dos victorias más rumbo a la Copa del Mundo 2023 toca analizar las matices de lo que fue una ventana «perfecta» para Venezuela. Así la sentenció Fernando Duró cuando le consultaron si lo era.

Dos partidos, uno con muchas más visiones que el otro, pero de los que se pueden sacar una conclusión general: la selección nacional estuvo a la altura de sí misma. Una vara que ella ha ido subiéndose con el pasar de los últimos períodos.

Argentina-Venezuela 58-71: localía arrebatada y un equipo que no pudo dar la talla

Revisando los números finales y las sensaciones del encuentro es clara la razón por la que los dirigidos por Néstor «Che» García no pudieron dar siquiera una arremetida que acercara la diferencia realmente luego de perder el primer cuarto 17-27, por lejos el mejor momento ofensivo de los vestidos de azul rey.

Un par de triples de arranque de Delfino y Brussino fueron el mayor parcial que logró sacar la albiceleste (6-0). Después que se ajustó la defensa, no pudieron convertir con regularidad y produjo la menor cantidad en el marcador en los últimos 11 años para la escuadra argentina.

Físicamente los venezolanos le pasaron por arriba. Muchas canastas fáciles. Sin una noche consistente desde el perímetro (7/27 en triples) y pocos tiros libres (8/14) distribuyeron el resto de sus puntos en la pintura y a la carrera. Con una segunda unidad bien comandada por Michael (11), que a pesar de venir en un momento «MVP» desde España, el técnico optó por guardarlo como ala pívot de relevo y cerrador.

Néstor Colmenares fue el máximo anotador de Venezuela con 17 tantos

La intensidad y el orden en el costado de atrás son innegociables para este equipo. 99% garantizados. Sea quien sea el rival. Ese ritmo internacional aunado a los jugadores anímicamente afectados por el contexto de estar en casa sin sentirse en ella, el no poder conseguir cestas de manera consistentes, chocando siempre con los cuerpos de Ruíz, Colmenares, Windi, Garly y quien sea que estuviera en pista y el poco tiempo de este nuevo ciclo del «Che» no les permitió estar a la altura de la magnitud de la cita.

El solo hecho que doblegaran en libres intentados (30) y solo metieran la mitad (15) refleja la incomodidad que llevaron por todos los factores mencionados, siendo buenos cobradores en la teoría. Los llamados a tomar la batuta, Vildoza, Delfino, Brussino y Delía, sumados se fueron 7 de 19 desde la línea de los suspiros.

Carlos Delfino admitió el dolor de jugar en casa y que se «escuchen más los demás»

Sin una actuación extraordinaria, demostrando su pura identidad y manteniendo la concentración desde que asumieron la ventaja de doble dígito, el combinado patrio dio una alegría más a la afición que lo apoyó sin descanso toda la velada dentro del Obras Sanitarias.

Contundente con Paraguay, 97-48: 40 minutos de enfoque

En el papel era un cruce marcado como victoria. Claro está. Sin embargo, la holgada diferencia, la más larga en lo que va de estos Clasificatorios de las Américas, indica que no dieron respiro alguno. Ni una mínima chance de acortar la brecha. Y esa intención dejó solo el último cuarto sin terminar por más de una decena.

Muestra el hambre y enfoque con el que afrontaron el compromiso, que sí eran puntos prácticamente asegurados para la clasificación, pero el margen tal vez no era tan pronosticable.

Así cierran otra ventana redonda. «Todos los objetivos cumplidos». Y una dosis extra de ilusión para el seguidor del baloncesto de Venezuela.

Escrito por: Santiago Aceituno R / @SantiAce23
Foto: FIBA

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