¡A nada de la historia! Tres criollos que perdieron sus «no-hitters» en el noveno

La expresión «cayó como un balde de agua fría» es bastante común para referirse a acontecimientos sorpresivos y repentinos. Si bien a este punto suena cliché, no parece haber mejor forma de resumir ese sentimiento de los lanzadores cuando pierden un juego perfecto o sin hits, ni carreras, en el noveno inning.

Tres, dos y un out han sido la diferencia entre ingresar a los libros de récords o no para una buena cantidad de serpentineros; de hecho, hasta un esquivo último strike ha sido traba para algunos de ellos a lo largo de los años.

Este pasado martes, el venezolano Germán Márquez lucía destinado a registrar su primer desafío sin conceder inatrapables en las Grandes Ligas, luego de laborar ocho episodios en los que apenas se embasaron dos contrarios: uno por un pelotazo en el segundo acto y el otro por boleto en el quinto.

Y entonces llegó el tan complejo noveno capítulo. El primer bateador del episodio, el jardinero Ka’ai Tom, octavo en el orden ofensivo de los Piratas, sacudió un sencillo al bosque derecho que le puso punto final a la gesta del oriundo de San Félix.

Márquez se recuperó para forzar dos rodados que le permitieron completar la blanqueada sobre Pittsburgh, pero el sabor agrio se mantuvo en su boca por quedar tan cerca de una hazaña que, si bien se ha repetido en varias oportunidades en esta campaña, continúa siendo bastante rara en cualquier nivel beisbolero.

Tras ese trago amargo del abridor estelar de los Rockies, nos propusimos recordar tres casos adicionales de pitchers criollos que perdieron el «0» en el renglón de inatrapables justo en la última entrada.

Carlos Carrasco:

El primero de julio de 2015, el larense tuvo una apertura inolvidable en el Tropicana Field de Tampa. Pero el toletero Joey Butler, quien disputó ese año su tercera y última zafra en la gran carpa, fue el responsable de aguarle la fiesta a Carrasco en dos ocasiones.

En el séptimo inning, el diestro de los Indios perdió la perfección al otorgarle un pasaporte a Butler, quien luego también sonó el único hit del compromiso para los Rays con dos strikes y un par de outs en la pizarra en el noveno acto.

Carrasco tuvo algunos otros inconvenientes en ese último capítulo, que inició con boleto para su compatriota Asdrúbal Cabrera y continuó con un pelotazo para Bradon Guyer. El sencillo de Butler remolcó a Cabrera desde la intermedia y terminó con la salida del criollo, que tuvo que ver desde el dugout como Austin Adams registraba el out 27 de dicho cotejo.

Yusmeiro Petit:

Un par de campañas antes de lo ocurrido con Carrasco, el 6 de septiembre de 2013, Petit también vivió una experiencia similar, aunque posiblemente hasta más amarga.

A diferencia de su compatriota, el zuliano sacó los 26 outs iniciales del desafío frente a los Cascabeles sin que ningún corredor alcanzara a salvo el primer cojín; en pocas palabras, estaba a solo un retirado más de sumar un juego perfecto a su currículum.

Con todo el AT&T Park de pie, Eric Chávez sacudió una línea hacia el jardín derecho que no pudo capturar el patrullero Hunter Pence, a pesar de lanzarse en un intento por alcanzar la pelota. Petit pudo recuperarse con el siguiente bateador y completar una blanqueada con tan solo ese imparable permitido.

Lo más curioso de todo es que el derecho fue llamado a las mayores por San Francisco en agosto, con la finalidad de reemplazar al lesionado Matt Cain, quien en la zafra anterior había registrado un juego perfecto.

Armando Galarraga:

Uno de los errores arbitrales más costosos (y famosos) en la historia de las Grandes Ligas y posiblemente del deporte profesional. El 2 de junio de 2010, en el Comerica Park de Detroit, el umpire de la inicial, Jim Joyce, decretó que Jason Donald había llegado a salvo a la primera base tras un rodado hacia el inicialista Miguel Cabrera, mismo que parecía completar el primer juego perfecto en la historia de los Tigres.

El cumanés logró retirar al siguiente toletero en el orden para finiquitar la blanqueada ante los Indios, pero el error de Joyce, que quedó evidenciado en las múltiples ocasiones en las que se reprodujo la jugada en televisión, fue una de las causas principales para que se implementara el uso de la repetición instantánea en el beisbol.

Galarraga registró una efectividad de 4.82 en sus últimas 21 aperturas de esa temporada con los bengalíes y se retiró de la disciplina tras breves pasantías con Cascabeles y Astros que generaron resultados mayormente negativos entre 2011-2012.

Escrito por: Andrés Espinoza Anchieta | @AndresEspinoza

Foto: Cortesía Tigres.

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