José Altuve fue una de las caras visibles del escándalo en el que se vieron envueltos los Astros de Houston por el robo de señas en 2017, y que salió a la luz a comienzos de 2020.
El »pequeño gigante» fue el MVP de esa campaña, y así haya utilizado esa ventaja más o menos que sus compañeros, era la representación de ese equipo, de ese campeonato, y lamentablemente, de lo negativo que se fue descubriendo después.
Además, fue el que dio la cara y habló en español a los medios por primera vez desde que se supo la noticia.
Hace un año, en este mismo estadio en West Palm Beach, pude ver como los aficionados de los Mets de Nueva York, cuyo campamento primaveral queda a unos 45 minutos al norte, abucheaban a los bateadores de los Astros, y con especial énfasis en José Altuve.
En su primer turno, en Lakeland, casa de los Tigres de Detroit, también vimos algo similar.
Este año, pareciera ser distinto
En esta ocasión, el recibimiento fue muy distinto. Para los juegos de Spring Training hay público presente menor al 50% de la capacidad del estadio, pero aún así se hicieron sentir a la hora de darle la bienvenida al venezolano.
Así, José Altuve enfrenta el comienzo de su preparación para una campaña que va a ser muy importante para su legado, luego de no tener un 2020 muy productivo con el madero.
El cariño de su afición siempre ha estado presente. Lo que sí pareciera ser distinto, es cómo lo pueden ver las aficiones de los otros equipos.
Si sigue la misma línea de la afición de los Marlins que dijo presente en West Palm Beach, todo indica que poco a poco ya los aficionados del beisbol se van a ir olvidando de aquella historia.
El primer turno de Altuve en la pretemporada fue un roletazo por tercera para una doble matanza.
Que bueno que podamos enfocarnos en lo que pasa sobre el terreno de juego y nada más…
Por Alejandro Villegas | @Alejandrovg32 en Twitter
