Caribes de Anzoátegui, dirigido por Mike Álvarez, atraviesa un buen momento porque ganó sus últimos seis encuentros y colocó su foja en 22-21 para igualar a Bravos de Margarita en el cuarto puesto de la tabla, uno que da acceso al Round Robin de la Liga Venezolana de Béisbol Profesional (LVBP).
La seguidilla se presentó en el instante oportuno pues durante varias semanas La Tribu Oriental figuró penúltima en la clasificación general y algunos periodistas deportivos se atrevieron a decir que el equipo no era lo suficientemente competitivo para luchar por la corona en este curso.
A diferencia de los detractores del club porteño, el mánager Álvarez nunca perdió la fe en sus pupilos y los instó a mostrar sus mejores versiones en el cierre de la campaña, cuando –según él- «las victorias valen más».
“La química es el secreto del éxito y el punto fijo de un buen equipo. En Caribes siempre ha sido así y sé que todos mis muchachos pasaron por momentos difíciles, pero como dentro del club reina una gran unión, pudimos salir adelante”, comentó Álvarez en una entrevista concedida al podcast El Infield de Mundo UR, canal de YouTube de Unión Radio.
Álvarez cree en sus peloteros
Este cubano, que llevó a Caribes a coronarse en la contienda 2020-2021 y antes fungió como coach de lanzadores de la tropa, aseveró que otro factor que influyó positivamente en el rendimiento del cuadro fue creer en el talento de cada uno de sus peloteros.
A su parecer, cuando un piloto no pierde la confianza en sus atletas, estos últimos se sienten respaldados y motivados para superar las adversidades que se presentan en una justa de la LVBP.
Nunca trató de presionarlos en la época en la que Anzoátegui no ganaba con regularidad, con el fin de ponerlos ansiosos en un tramo del torneo que se tiene que afrontar con mucha «frialdad» para lograr los anhelados lauros.
“Hay que dejar a los beisbolistas tranquilos, para que ellos sean lo que realmente son. No hay que meterse en el medio. Uno trata de planificar lo mejor posible para colocarlos en la mejor situación para ejecutar las jugadas”.
Valoración del cuerpo técnico
Para el capataz de los indígenas, contar con un buen cuerpo técnico es indispensable para ser exitoso en un certamen tan exigente como la LVBP que por su corta duración –apenas 49 encuentros- no deja margen para el error.
Afirmó que el apoyo prestado por Demier Orozco (coach de pitcheo) y Gustavo Molina (coach de banca), entre otros, fue fundamental para que el cuadro portocruzano elevara su nivel en la competición invernal.
“Me apoyo en mis coaches. Se trata de una colaboración. Ha sido difícil armar el rompecabezas diario, pero es algo maravilloso. He aprendido mucho de los errores que he cometido y también me nutro de los consejos que me dan mis coaches y los peloteros, y de conversar con amistades que han sido mánagers para trabajar de la mejor manera posible”.
Resaltó que su prioridad es ayudar a Anzoátegui a titularse, pero admitió que muchas veces no se logra ese objetivo porque es bastante difícil, algo que convierte al rol de mandamás en uno muy complicado de ejercer.
“El cargo de mánager no es fijo, pero uno no puede pensar en posibles despidos constantemente. Tienes que buscar soluciones para que las cosas malas cambien y superar la marea fuerte (vicisitudes). Este año el tiempo dio para que el equipo respondiera y Caribes se encuentra posición de clasificar”.
Escrito por: Joseph Ñambre | Twitter: @JosephSports27
Foto: Prensa LVBP