Bravos y Astros disputarán una Serie Mundial con dos tipos de favoritos

La temporada 2021 de las Grandes Ligas llegó a la tan esperada etapa culminante. El campeón de la Liga Americana, Astros de Houston, chocará con el monarca de la Liga Nacional, Bravos de Atlanta, en un duelo que también estuvo cerca de darse en la Serie Mundial pasada, antes de que ambos conjuntos fracasaran en sus intentos por superar el decisivo séptimo duelo de sus respectivas Series de Campeonato.

Un año después la colisión entre las dos escuadras es una realidad. A pesar del deseo de muchos por ver una repetición del «Clásico de Otoño» de 2017 entre Dodgers y Astros, los Bravos fueron quienes se sacaron la espinita con una tropa de Los Ángeles que los dejó fuera en 2020. Houston, mientras tanto, cumplió con su parte del acuerdo, al liquidar a Boston en seis duelos para regresar a la instancia culminante.

Regresar, en efecto, porque los siderales han sido una constante en la Serie Mundial durante el último lustro. Esta es la tercera ocasión en la que la novena de José Altuve, Carlos Correa y Alex Bregman, entre otros, peleará por el campeonato en las cinco campañas más recientes.

Los muchachos de Brian Snitker, a su vez, dicen presente en la etapa por primera vez desde 1999, cuando sucumbieron por la vía rápida frente a los Yankees. Los Bravos retornaron a la postemporada en 12 oportunidades después de aquella barrida de Nueva York, incluyendo en seis zafras seguidas entre el 2000 y 2005, pero no fue hasta ahora cuando lograron derribar todos los obstáculos requeridos para disputar la máxima corona.

Ese historial reciente es una de las razones por las que Houston parte como el gran favorito deportivo a ganar el título este año. Salvo una que otra ausencia, como la del jardinero George Springer, este núcleo de los Astros es el mismo que ha sido protagonista principal de la gran carpa en tiempos recientes. A diferencia de la camada representante del viejo circuito, este grupo de Dusty Baker indudablemente sabe ganar a estas alturas.

Hombre a hombre:

Pero más allá de esa experiencia, los Astros llegan a la cita con un mejor equipo casi de punta a punta. Con la excepción de un cerrado duelo en la inicial entre Freddie Freeman y Yuli Gurriel, es seguro decir que, nombre por nombre, Houston es más.

El liderazgo, la veteranía y defensa de Martín Maldonado es suficiente para darle la ventaja a los siderales en la receptoría, en comparación a unos Bravos que contarán con Travis d’Arnaud detrás del plato. Ozzie Albies es un extraordinario pelotero, pero resulta imposible no colocar por encima a un Altuve que ha sido uno de los grandes héroes de octubre recientemente.

Bregman supera a Austin Riley. Correa también a Dansby Swanson. En los bosques laterales la ventaja es para Michael Brantley y Kyle Tucker sobre Adam Duvall y Jorge Soler o Eddie Rosario, con todo y que este último viene de una Serie de Campeonato soñada. En el jardín central la delantera pudiera ser de los Bravos, pero tampoco con mucha claridad.

Yordan Álvarez es posiblemente uno de los mejores bateadores designados del beisbol y cuando se juegue en el Truist Park, posiblemente Houston tendrá superioridad en las tres posiciones de las praderas, pues el cubano jugaría en el izquierdo, Brantley en el derecho y Tucker en el central.

La rotación de Atlanta con Charlie Morton, Max Fried e Ian Anderson es bastante sólida y podría decirse que es superior a la de Houston actualmente, en especial tras la posible pérdida de Lance McCullers Jr. por el resto del torneo. El bullpen de ambos está bastante parejo, pero juzgados netamente por lo que han hecho en estos playoffs, los Astros tienen ligera ventaja, con un cuerpo de relevistas que ha registrado la segunda mejor efectividad en esta fiesta de octubre (3.42), justo por encima del staff de los Bravos (3.56).

Houston llega como el gran favorito deportivo a esta serie, pero no como el único. Será una etapa decisiva de dos favoritos: el de los números y el de la humanidad.

Los Astros siguen y posiblemente seguirán cargando con la cruz del escándalo del robo de señas que se hizo público antes del inicio de la zafra anterior. De hecho, esta será la primera vez que el equipo dispute una Serie Mundial desde quedar al descubierto.

Su fanaticada se ha mostrado fiel, creyente y dispuesta a olvidar los errores del pasado. La del resto del beisbol, por su parte…no mucho.

Los jugadores de los Astros han sido abucheados y arropados con pancartas en su contra en prácticamente cualquier estadio en el que han jugado este año que no se llame Minute Maid Park. Luego de que los Marineros, rival divisional de los siderales, recibiera de los aficionados en un inicio la denominación de «America’s Team» o «El equipo de los Estados Unidos», ese calificativo pasó a manos de los Medias Blancas y Medias Rojas, los dos contrincantes más recientes de Houston.

Justo después de que Atlanta consiguiera la clasificación a la Serie Mundial este sábado, era evidente en los comentarios de la distintas publicaciones en redes sociales de la organización que ese apodo había quedado en sus manos. Es la forma en la que el resto de las fanaticadas le dice a los Astros «cualquiera menos tú».

Dorados 90s:

Además, más allá del rechazo global hacia su rival, Atlanta también tiene a favor el aspecto sentimental de los seguidores del beisbol que nacieron o crecieron en los años 90. Es posible que solo los históricos Yankees puedan presumir de ser un equipo tan representativo como aquellos Bravos dominantes de 1991 a 1999, a pesar de solo ganar una Serie Mundial en ese lapso.

Parte importante de los aficionados al beisbol hoy en día crecieron idolatrando a esa novena, que ofreció años dorados con protagonistas como Greg Maddux, Tom Glavine, John Smotlz, Chipper Jones y Andruw Jones.

Incluso si una buena porción de esos seguidores fue cambiando de favorito con el pasar de los años o si no son tan críticos del infame acto cometido por los Astros hace algunas temporadas, ese valor sentimental de la franquicia del «Tomahawk Chop» los convierte en un equipo fácil de apoyar.

El favoritismo, bien sea en lo deportivo o sentimental, no es suficiente para ganar una Serie Mundial. Cuando todo esto haya terminado, Atlanta pueda probar ser el mejor equipo entre los dos y Houston podría dejar claro, una vez más, que la opinión del resto de las fanaticadas no altera en lo más mínimo su desempeño en el terreno.

Pero será un clásico con dos favoritos, de eso no me queda la menor duda. Y al final, lo único que podemos esperar como seguidores del beisbol primero que nada, es que gane el mejor.

Limpiamente, eso sí.

Escrito por: Andrés Espinoza Anchieta | @AndresEspinoza

Foto: Cortesía Bravos.

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