Robinson Canó: una “decepción” que abre puertas a los Mets

El positivo de Robinson Canó en una prueba antidopaje, el segundo en su carrera, tiene dos ópticas para los Mets. El principal, un golpe a su imagen, porque un pelotero de sus filas es atrapado por violar el reglamento de Major League Baseball (MLB), lo que ningún directivo desea escuchar.

Pero el segundo no es tan negativo. Perder a Canó, pelotero veterano y declive sustancial durante las últimas dos campañas, abre un abanico de posibilidades en Nueva York, conjunto con nuevo dueño, gerencia y filosofía dentro de la organización.

El dominicano fue suspendido durante la campaña de 2018 por 80 juegos tras consumir un diurético que se encuentra entre las sustancias prohibidas por MLB. Tras ser cachado nuevamente incumpliendo el protocolo antidopaje, Canó no podrá jugar durante todo el 2021 y dejará de cobrar 24 millones de dólares.

Los Mets, con el multimillonario Steve Cohen al frente, podrán invertir ese dinero en áreas del roster. Podrían apuntar a peloteros como D.J LeMahieu que se encuentra en la agencia libre o apostar por un cambio por un jugador con un salario similar.

O, quizás, apostar por una opción interna. Con el espacio que se abre en la segunda base, Jeff McNeill, quien destacó con su guante como camarero pero deslució en la antesala y jardines, volverá a su posición natural. Andrés Giménez sería otra elección con mejor rendimiento defensivo que Canó para los Mets.

Robinson Canó, quien ligó para .316, con OPS ajustado de 144—números con asterisco tras su positivo—mostró deficiencias en el campo. Su saldo defensivo de -4 carreras salvadas fue de las peores entre los camareros, algo que los Mets no tendrán que lidiar para 2021 por su pifia.

Lo que sí es inevitable para los metropolitanos es que el cambio que realizaron es cada vez más costoso. A pesar de adquirir a Edwin Díaz en el mismo movimiento, entregar a prospectos como Jarred Kelenic y Justin Dunn no dejará bien parado a la gerencia encabezada por Brodie Van Wagenen. Además, los Mets todavía le deberán 48 millones de dólares a Canó por las zafras de 2022 y 2023.

Robinson Canó se despide de la inmortalidad

Con la sanción de 2018, Robinson Canó se alejó de la inmortalidad. Con una nueva suspensión por violar el protocolo antidopaje de MLB, el dominicano será defenestrado por los votantes, sin importar cuán buenas sean sus estadísticas cuando termine su carrera.

Porque Canó, de 37 años de edad, tenía argumentos para optar por una placa en el Salón de la Fama. Ha acumulado 2.624 inatrapables, 334 cuadrangulares, 1302 carreras remolcadas y dos Guante de Oro, registros respetables para un camarero. Durante 16 temporadas, el oriundo de San Pedro de Macorís construyó una carrera respetable.

Sin embargo, consumir drogas para mejorar el rendimiento deportivo es una raya difícil de borrar. Para 2018, cuando fue por un diurético, Canó confesó que desconocía cómo llegó esa sustancia a su organismo. En la actualidad, no podrá alegar torpeza para zafarse del aluvión de críticas.

«Nos decepcionó mucho que nos informaran sobre la suspensión de Robinson por violar el Programa Conjunto de Prevención y Tratamiento de Drogas de las Grandes Ligas», dijo el presidente del equipo de los Mets, Sandy Alderson, en un comunicado oficial. “La violación es muy lamentable para él, la organización, nuestros fanáticos y el deporte. Los Mets apoyan plenamente los esfuerzos de la MLB para eliminar del juego las sustancias que mejoran el rendimiento».

Barry Bonds, Rogers Clemens y Rafael Palmeiro, quienes cerraron con mejores guarismos que el dominicano, todavía pagan su vinculación con los esteroides. No se espera que Alex Rodríguez llegue a Cooperstown por su pasado tumultuoso con las sustancias prohibidas. Robinson Canó es el nuevo en esa lista, una que empañará su afamada carrera.

Escrito por: César Sequera Ramos |@CesarSequera33

Foto: MLB

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