David Concepción es una leyenda del béisbol porque trabajó como campocorto durante 19 torneos en la Major League Baseball (MLB) con Rojos de Cincinnati y en ellos dejó constancia de su calidad, al conquistar cinco Guantes de Oro, además de un par de Series Mundiales.
Por esa razón, a sus 75 años de edad se siente capacitado para revelar cuál es la clave para que un pelotero venezolano, así como de cualquier otro rincón de América Latina, pueda tener éxito en Las Mayores: la sed de victoria.
«Para que un pelotero sea exitoso, necesita tener ganas de triunfar. Un beisbolista puede contar con las condiciones físicas necesarias para jugar, pero si no quiere sobresalir no podrá llegar lejos en esta hermosa disciplina. Uno puede contar con todas las cualidades para ser un beisbolista regular de Grandes Ligas, pero si no trabaja con ahínco en cada entrenamiento, nunca podrá actuar en el máximo nivel», explicó «El Rey David» durante una reciente visita al estadio José Bernardo Pérez de Valencia, estado Carabobo, donde compartió con la directiva de Liga Mayor de Béisbol Profesional (LMBP), encabezada por su presidente Arturo Cupido, que decidió poner en marcha el torneo 2024 en su honor.
Concepción, un referente del campocorto
El aragüeño fue un referente de las paradas cortas entre las décadas de los 70 y 80, porque dejó una media de fildeo vitalicia de .971, tras cometer 311 errores en 10.575 lances, efectuados a lo largo de 2.178 encuentros.
Como shortstop se mantuvo en el terreno durante 18.379 innings y dos tercios, en las cuales concretó 3.670 outs, participó en 1.290 dobles matanzas y consiguió 6.584 asistencias.
Para el miembro del Salón de la Fama del Beisbol Venezolano, que aspira a ingresar al recinto de los Inmortales de la MLB con el apoyo del Comité de Veteranos en el futuro, la causa de su buena actuación fue laborar en cada invierno con Tigres de Aragua.
«La práctica es una cosa y el juego es otra. Siempre venía a mi país a jugar en la Liga Venezolana de Béisbol Profesional (LVBP) con los Tigres de Aragua y después de esas campañas invernales, llegaba a los Entrenamientos Primaverales de Grandes Ligas en óptimas condiciones. Los latinos tenemos esa ventaja sobre los norteamericanos, porque ellos duran hasta seis meses sin trabajar en los diamantes, debido al frío que hace allá. Nosotros, en cambio, tenemos un torneo de alto nivel que se realiza en los recesos entre campañas y eso nos ayuda a no perder el ritmo».
Compartir con otra leyenda
En el coso de la avenida Michelena de Valencia, que sirve de hogar para Marineros de Carabobo en esta justa de la LMBP, Concepción compartió con otra leyenda patria: Omar Vizquel, quien se acreditó 11 manoplas doradas en MLB en calidad de defensor de la posición seis.
Mientras ambos compartieron con algunos jóvenes beisbolistas de academias carabobeñas, con quienes se tomaron fotografías y a los que les firmaron autógrafos, «El Rey David» afirmó que Vizquel es un ejemplo para las nuevas generaciones de deportistas, porque supo laborar durante 24 citas en MLB, gracias a que poseía mucha pasión por la especialidad de las bases y bates.
«Todos los scouts de las Grandes Ligas pensaban que Vizquel no tenía mucho talento para estar en el Big Show. Algunos creían que era muy pequeño para ser infielder y él, simplemente, demostró que tenía un corazón tan grande, que no le cabía en el pecho. Lo digo porque con base al trabajo y a las repeticiones constantes, supo cómo ejecutar las jugadas de rutina en el campocorto, así como batear con sapiencia. Gracias a eso, desarrolló una larga carrera en el mejor béisbol del mundo y eso es muy importante, admirable. Vizquel es un ejemplo de que la constancia es el elemento principal para alcanzar metas en el mundo de la pelota», agregó Concepción, poseedor de dos Bates de Plata y Jugador Más Valioso (JMV) del Duelo de Estrellas de la MLB en 1982.
Escrito por: Joseph Ñambre | Cuenta de X: @JosephSports27
Foto: Joseph Ñambre | Cuenta de X: @josephsports27
