Cuando David Peralta confesó que no estaba interesado en hacer modificaciones a su swing, quizás sabía algo que el resto no. El jardinero de los D-Backs tuvo una de las mejores actuaciones de un venezolano en un encuentro de las Grandes Ligas ante los Cincinnati Reds, convirtiéndose en el principal motivo del triunfo de su equipo.
Peralta, quien recibió como recomendación intentar elevar la pelota, algo que rechazó tajantemente, soltó cinco inatrapables durante los seis turnos que consumió en el encuentro. Pegó un cuadrangular, añadió un triple, pero remolcó siete carreras, tope personal dentro de su carrera en un enfrentamiento.
Se trató del decimotercer criollo que consiguió tantas impulsadas en un juego. No es una lista sencilla de acceder, porque solamente toleteros con días especiales se encuentran dentro de ese grupo. Andrés Galarraga, Ramón Hernández, Marco Scutaro, Víctor Martínez, Omar Infante, Carlos González, Avisail García, Eduardo Escobar, Willson Contreras, Alfonso “Chico” Carrasquel, Jesús Aguilar y Bob Abreu son los otros.
Pero se trató de un grupo que ahora cuenta con David Peralta como nuevo miembro. Los recaudos los empezó a entregar con un largo cuadrangular que, según Statcast, salió del madero de 111.8 millas por hora y viajó 401 pies de distancia. Se trató del segundo vuelacerca del año para el patrullero criollo.
Con un sencillo en el séptimo episodio soltó otro sencillo que trajo a otros dos compañeros. De esa forma siguió aumentando su cifra de fletadas en el encuentro. Con el mercador próximo a igualarse, David Peralta iba a tener otro chance ofensivo.
David Peralta cerró la actuación con su especialidad
Uno de las principales características en la ofensiva de David Peralta es la capacidad para conectar triples. En el décimo episodio, con una diferencia pequeña para Arizona, el jardinero venezolano soltó su tercer triple de la campaña para conseguir una diferencia que iba a ser cuesta arriba para los Reds.
De esta forma, se confirmó que lo recientemente dijo Peralta: su mecánica no necesita ajustes. No importa lo que señale la sabermetría o las recomendaciones para elevar más sus conexiones, si todo le funcionó durante tanto tiempo, lo mantendrá hasta el final de su carrera.
El patrullero decidió hacerle más caso a sus instintos y a las características que es como jugador. Golpeará a la pelota como indique el turno y no por los datos que le suministrará una computadora, una decisión diametralmente opuesta a la que ofrecerán la mayoría de los jugadores de las Grandes Ligas.
“Para ser sincero, no presto atención al ángulo de elevación (de los batazos) porque no es mi forma de batear”, comentó Peralta durante una entrevista para Las Mayores. “Soy un bateador de líneas y si se mete en la cabeza elevar la pelota, dañaré mi mecánica”.
Escrito por: César Sequera Ramos |@CesarSequera33
Foto: Arizona Diamondbacks
