Entre nostalgia y recuerdos, Miguel Rojas vivió un «Día de las Madres» diferente

El sueño de muchos jugadores, particularmente de aquellos nacidos en Latinoamérica, es llegar a las Grandes Ligas, reunir el dinero suficiente y poder comprarle una casa a sus padres. Si bien la meta de Miguel Rojas era bastante similar, su objetivo final era algo distinto al habitual.

Más que una casa, el ahora campocorto de los Marlins quería comprarle a su madre un consultorio médico. La señora Norma Naidenoff era pediatra, profesión que la llevó a ausentarse de la vida del mirandino en múltiples oportunidades, pero siempre con la finalidad de poder sacar a su familia adelante.

«Mi mamá era la que siempre estaba trabajando por toda la familia«, le comentó Rojas a MLB.com recientemente. «No solo por mí, sino también para que mis abuelos pudieran cuidarme sin necesidad de hacer ninguna otra cosa. Trabajaba muchas horas al día. Cuando eres doctora, a veces tienes que estar de guardia en las noches y cosas así. Crecí sin verla mucho durante la semana, porque tenía que ir a la escuela temprano y todo eso», recordó.

Este pasado domingo, por primera vez en sus 33 años de vida, «Miggy Ro» tuvo que pasar un «Día de las Madres» sin la presencia de Norma, que falleció en enero tras una batalla de seis años contra el cáncer de mama. A pesar de que la enfermedad terminó imponiéndose, el criollo no podría estar más orgulloso del esfuerzo que hizo su progenitora por mantenerse en este mundo, llegándole a decir que todo estaría bien y que ella se recuperaría, tan solo cinco días antes de su muerte.

«Ese era el tipo de persona que era mi mamá. Ella era de esas que sin importar las circunstancias, siempre tenía la mentalidad positiva y la buena vibra para vivir la vida de esa manera. Eso es algo más que me enseñó a lo largo de su vida y que ahora puedo poner en perspectiva. Estoy batallando con mis propias cosas, estoy metido en bajones, y ni siquiera es remotamente cercano a lo que ella estaba afrontando. A veces tengo que ser más cuidadoso y no solo preocuparme por las cosas que están pasando en mi vida, porque hay otras personas batallando con diferentes cosas», explicó.

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Tras sus primeros 24 encuentros de la actual temporada, el torpedero de Miami no ha tenido el desempeño deseado. Su línea ofensiva era de apenas .183/.221/.268, con un jonrón, cuatro empujadas, tres boletos y nueve ponches. Todo esto después de una respetable campaña anterior en la que ligó para un buen promedio de .265 en 132 choques.

Pero esa actitud positiva de su madre, incluso frente a una de las enfermedades más temibles que ha conocido la humanidad, es recordatorio constante de que hay que seguir adelante y pelear hasta que el cuerpo te lo permita. Fue un ejemplo para él y para toda la familia.

Hoy en día, Rojas trabaja en un objetivo mucho más importante que lo que pueda ocurrir dentro de las líneas de cal. Con ayuda de la Fundación Marlins de Miami, el veterano intenta crear conciencia sobre el peligro que representa el cáncer de seno.

Además de ayudar en la lucha contra la enfermedad, es una forma de honrar la memoria de su madre, a la que recuerda cada vez que coloca música en sus audífonos. Y es que si bien su carrera oficial era como pediatra, la señora Norma tenía una gran pasión por el canto.

Rojas pagó para que su madre pudiera tener sesiones de grabaciones y la señora Norma llegó incluso a publicar un álbum; de hecho, hace algunos años, el torpedero utilizó su versión de la canción «Yo no sé vivir sin ti» como su tema a la hora de batear, lo que llevó a su mamá al llanto.

«Ahora que ella ya no está aquí conmigo, puedo poner esas canciones cuando quiera y escuchar su voz», señaló Rojas. «Siento que eso es algo muy especial, porque no necesito revisar todos los mensajes que me envió y las notas de voz en mi teléfono, sino que puedo ir a Spotify, YouTube o lo que sea y escucharla cantar. Esa algo que voy a llevar conmigo por el resto de mi vida. Estoy muy contento de que pude hacer eso por ella. Es una de las cosas de las que me siento más orgulloso«, cerró.

Escrito por: Andrés Espinoza Anchieta | @AndresEspinoza

Foto: Cortesía Marlins.

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