El lanzador zuliano Pablo López tuvo un buen 2020 al registrar su primera temporada positiva en Major League Baseball (MLB). Acabó con una marca de 6-4 y una efectividad de 3.61 en 11 aperturas, en las cuales aceptó 23 carreras limpias en 57.1 innings.
En esa campaña, el derecho propinó 59 ponches y otorgó 18 bases por bolas, entre ellas una intencional. Mantuvo una relación de boletos y hits permitidos por cada inning (WHIP) de 1.186 y se transformó en uno de los pilares de la rotación de los peces.
Logró ese rendimiento después de lucir saldos negativos tanto en 2018 (2-4) como en 2019 (5-8), sus dos primeras contiendas en MLB.
No se conformó con esa mejoría porque quiere convertirse en un pítcher de élite en la Gran Carpa. Para lograrlo, tratará de ampliar su repertorio de lanzamientos.
Posee una recta potente de 95 millas por hora (MPH) y desea tirar más curvas, sliders y cambios para contar con un arsenal que le permita sacar de paso a los bateadores con facilidad y hará lo posible por lograrlo.
“Mientras más pitcheos tengas, más cómodo te sentirás en cualquier cuenta. Ser impredecible es una gran arma”, explicó López a Christina De Nicola, periodista de MLB.com. “Desarrollar nuevos pitcheos y tener la confianza de poder tirarlos es algo que siempre te favorecerá”.
López y su salida primaveral
En su primera salida en los Entrenamientos Primaverales, López lució controlado y blanqueó en 2.0 innings a Cardenales de San Luis en un choque disputado en Jupiter, Florida, Estados Unidos.
Se marchó sin decisión en un duelo en el que recetó un ponchete, no caminó adversarios y le conectaron dos imparables. Miami y San Luis empataron 0-0 en ese tope efectuado el martes y correspondiente al calendario de la Liga de la Toronja.
En ese desafío combinó bastante bien sus “disparos” rápidos y lentos con el fin de incomodar a los toleteros, algo que pretende hacer a lo largo de un torneo de MLB que se iniciará el 1ero de abril y tendrá una extensión de 162 encuentros. Su idea es ser impredecible para los cañoneros.
“No puedes caer en rutinas. No quieres caer en lo predecible como: ‘En esta cuenta no puede tirar este pitcheo’, porque cuando le das al bateador la capacidad de eliminar un lanzamiento, es una gran ventaja para él”.
Los envíos del zuliano
El beisbolista de Cabimas, apodado “Doctor” por ser hijo de médicos y haber sido aceptado en la facultad de medicina de La Universidad del Zulia (LUZ), hizo gala de su “armamento” en el cotejo contra las aves.
Empleó rectas de cuatro y dos costuras, además de las cortadas. También utilizó cambios y curvas, todo con el fin de perfeccionarlos para usarlos en desafíos de la ronda eliminatoria.
Está consciente de que necesita evolucionar como escopetero y para ello requiere tener variedad de “tiros” a la hora de escoger el que más se ajuste a una situación de juego.
Cree que saber utilizar los envíos quebrados frente a los distintos adversarios lo pueden transformar en un atleta más dominante.
“Tener pitcheos rompientes consistentes con un ángulo que vaya acorde con la posición de mi brazo puede ser beneficioso. Tengo que procurar lanzarlo en los juegos para agarrarle el ritmo”.
En su trayectoria en el Big Show, López exhibió una foja de 13-16 y un porcentaje de rayitas pulcras de 4.47 en 42 comienzos. Laboró 227.1 actos, toleró 113 anotaciones pulcras, repartió 63 transferencias –nueve deliberadas-, totalizó 200 guillotinados y su WHIP fue de 1.232.
Ahora, previo a 2021, su meta es convertirse en el gran referente monticular de Marlins, algo que de conseguir lo haría saltar al estrellato.
Escrito por: Joseph Ñambre | Twitter: @JosephSports27
Foto: MLB