Emotividad. Eso fue lo que se percibió el viernes en loanDepot Park, donde Marlins de Miami le brindó un homenaje al slugger venezolano Miguel Cabrera, previo al inicio de su última gira por la ciudad, donde comenzó su carrera en la Major League Baseball (MLB) hace 20 años.
Cabrera, actual inicialista y bateador designado de Tigres de Detroit, debutó el 20 de junio de 2003 con Marlins de Florida -ahora de Miami- y en su torneo de novato catapultó al club a la conquista de su segunda y última Serie Mundial. Eso quedó eternamente grabado en su memoria, razón por la que confesó que los peces son responsables de que pudiera escribir una historia con letras doradas en el Big Show.
«Esto es muy emotivo, porque aquí es donde empezó todo”, señaló a la agencia de noticias AP durante una rueda de prensa en la casa de la tropa floridana. “Estar aquí es asombroso”.
Cabrera agradece el respaldo de Marlins
Marlins le permitió al aragüeño empezar una trayectoria de 21 torneos que, sin importar lo que pase de aquí hasta la conclusión de la contienda 2023, puede catalogarse como legendaria.
Sin incluir su actuación en el cotejo del viernes, en el que Tigres cayó 6-5 ante Marlins en el inicio de una serie de tres partidos, el maracayero promediaba .307 de manera vitalicia, tras conectar 3.134 hits en 10.207 turnos, consumidos en 2.757 encuentros. Acumuló 617 dobles, 17 triples, 508 jonrones, 1.862 impulsadas y 1.541 anotadas.
Sus números podrían llevarlo al Salón de la Fama de Cooperstown y está consciente de eso, razón por la que agradeció el apoyo de Marlins al subirlo de Ligas Menores (MiLB) a la MLB, un circuito que nunca abandonó desde aquel lejano 2003 y del que se convirtió en un ídolo de multitudes.
Recordó esa anécdota al igual que el momento en el que pasó de Florida a Detroit en diciembre de 2007, algo que lo sorprendió porque se sentía a gusto con Marlins.
“Cuando me hicieron esa llamada (del traspaso), yo tenía muchas preguntas sobre por qué me canjeaban. El club tenía un grupo bueno y joven, que crecía tremendamente. Si ese grupo hubiera permanecido junto, habríamos tenido la oportunidad de pelear por la división. Me dijeron que me calmara, que iba a ir a un equipo (Detroit) con una buena oportunidad de ganar”.
Más pergaminos para el slugger
Cabrera posee una Triple Corona Ofensiva, dos premios Jugador Más Valioso (JMV) de la Liga Americana y 12 participaciones en Duelos de Estrellas, además de siete Bates de Plata.
Adicionalmente logró cuatro títulos de bateo del joven circuito, un par de galardones Jugador del Año de la MLB y el ya mencionado anillo del Clásico de Otoño. Sólo ha actuado para Marlins y Tigres, y se siente satisfecho por todo lo conseguido, pues le permitió ganarse el respeto del resto del personal de la MLB.
Pretende disfrutar su último baile y esta visita a la casa de Marlins promete ser una muy especial porque con esa novena se dio a conocer en la Gran Carpa y eso marcó uno de los puntos más altos de toda su vida.
“Esto es algo grande para mí y para mi familia. Hay que disfrutar este momento, cada segundo, cada minuto”, concluyó.
Escrito por: Joseph Ñambre | Twitter: @JosephSports27
Foto: Prensa Marlins de Miami