Las súplicas de Miguel Cabrera fueron escuchadas en Detroit. Los Tigers arrancarán la temporada regular con el venezolano en la primera base, una decisión que cumplirá su deseo y que, según el mánager del equipo A.J. Hinch, les ayudará a ganar más encuentros. Pero, ¿es una buena idea?
Porque muchas veces el deseo de una persona opaca una decisión que más conviene. Después de todo, que Cabrera saliera del campo y se convirtiera en bateador a tiempo completo fue una decisión para preservar su salud y, años después que las lesiones siguieron golpeando su físico, volverá a desempolvar su mascotín.
Tendrá que desplazarse agresivamente para cortar roletazos a los lados, lo que agregará presión a sus piernas. Correrá más seguido, lo que disminuirá sus energías y, a los 37 años de edad, ayudará a los Tigers en ambas etapas del juego.
Pero no es una preocupación dentro del cuerpo técnico. Hinch confirmó que Miguel Cabrera será su inicialista del Opening Day. Quizás el resto de la semana volverá a ser bateador designado, sin embargo, el día inaugural estará a la defensiva, lo que enviará un mensaje de cómo manejará la situación del experimentado jugador.
“Absolutamente, Miguel va a jugar en la inicial”, dijo el mánager a los distintos reporteros que estaban en Lakeland “Pienso que cuando está en la primera base, nos da la mejor oportunidad de ganar”.
Sobran argumentos para refutar la afirmación del piloto. En 2019, su última zafra como inicialista en las Grandes Ligas, dejó saldo de -2 carreras salvadas en 219 entradas. Actualmente, con más edad y un físico golpeado por las magulladuras, esa media podría empeorar.
Aunque es cierto que durante el Spring Training Cabrera mostró capacidad para cubrir bien su posición. Sin embargo, apenas se trataron de seis compromisos como inicialistas de los 16 que disputó en total, por lo que la muestra no o suficientemente amplia como para sacar una conclusión al respecto.
Detroit debe cuidar el físico de Miguel Cabrera
Una de las prioridades de los Tigers para 2021 será desarrollar a sus jóvenes jugadores y poco a poco construir el futuro. Dentro de esa lista también Miguel Cabrera, quien buscará los 500 jonrones y los 3000 hits la próxima zafra, metas que solamente conseguirá si se mantiene saludable.
Es una obviedad que en la tranquilidad que ofrece ser bateador designado aumentarán las posibilidades de que eso ocurre. Pero el propio Cabrera desea jugar en la inicial, por lo que se deberá crear un plan para que las dos partes queden satisfechas.
“Espero que me den más tiempo de juego en la primera base”, decía Cabrera a durante una entrevista a Detroit Free Press en 2020. “Necesito estar en el campo. Estoy aprendiendo cómo ser bateador designado en este momento, pero es difícil para mí ir a pararme en la caja de bateo y luego sentarme a pensar qué voy a hacer en mi próximo turno”.
Como se manejó la situación durante la primera pareciera ser el camino correcto. Con un promedio de una o dos aperturas por semana como primera base, equivaldría a aproximadamente 60 juegos en primera base en la temporada regular.
Quizás sea eso lo que necesita para volver a su producción como figura. Ser designado no es para todos los días y en la pretemporada Cabrera se mostró con una vitalidad nueva. “Lo han visto esta primavera. Se anda moviendo otra vez como un muchacho”, dijo el gerente general Al Ávila. “Sé que está emocionado. Pienso que eso le hará bien mentalmente”.
La temporada es larga y el desgaste debilitó el físico de Miguel Cabrera. Será un proceso que necesitará estudiar bien y evitar que el deseo del aragüeño aumente las posibilidades de lastimarse.
Escrito por: César Sequera Ramos |@CesarSequera33
Foto: Detroit Tigers