Tan solo algunos días después de que el nuevo presidente del equipo, Dave Dombrowski, asegurara que no estaban seguros de si Odúbel Herrera los acompañaría en el campamento primaveral del equipo grande este año, los Filis oficializaron, a pocas horas de que se reporten sus primeros peloteros, que le extendieron una invitación al venezolano.
Herrera, una de las figuras principales del conjunto cuáquero en el último lustro, ha sido prácticamente execrado de la organización tras violar la política de violencia doméstica de las Grandes Ligas hace un par de años, lo que le ocasionó una suspensión por el resto de la campaña de 2019. Al año siguiente, el jardinero no figuró en el spring training del conjunto grande y tampoco fue incluido en el listado de 60 peloteros elegibles dentro de la divisa para participar en la peculiar contienda de 2020.
No obstante, el zuliano, de apenas 29 años de edad, firmó una extensión de contrato con la novena tras su temporada de All-Star en 2016, por lo que se ha mantenido como miembro de Filadelfia en el interín. Dicho pacto, por cinco años y 30.5 millones de dólares, le pagará a Herrera $10.35 millones este año, posiblemente el último antes de que se vea obligado a navegar las aguas de la agencia libre por primera vez en su carrera.
El acuerdo actual entre ambas partes incluye una opción del club para 2022 por 11.5 millones de dólares y otra para 2023 por $12.5MM, pero al tomar en cuenta el malestar existente con el criollo dentro de la organización, es casi un hecho que ninguna de ellas será ejercida.
Un gesto, no una reconciliación absoluta:
De cualquier forma, Filadelfia parece dar señales de mejoría en su relación con Herrera con esta nueva invitación a su complejo primaveral, mismo que tiene previsto abrir sus puertas este miércoles por primera vez en lo que va de año. Sin embargo, sería un error interpretar la movida como mucho más que solo eso, un simple acceso de vuelta a las instalaciones.
Si bien Filadelfia luce sin un jardinero central indiscutible en su roster actual – única posición que parece estar en el aire para que alguien la tome en esta primavera – el conjunto ya dejó muy claro que el dinero no jugará un papel importante en las opciones de Herrera de figurar, pues lo ignoraron por completo el año pasado, a pesar de verse forzados a abonarle más de siete millones de dólares a su cuenta.
Desde ese 2020, el patrullero ya no forma parte del roster de 40 del club, un claro indicativo de que dejó de ser prioridad dentro del equipo. Tanto Roman Quinn, como Adam Haseley, parten con favoritismo sobre el venezolano para ocupar el puesto del bosque central, junto con el del siempre necesitado cuarto jardinero.
La inactividad del zuliano tampoco juega a su favor. Además de perderse la segunda mitad de la temporada 2019 por su castigo, Herrera no vio acción profesional en los primeros 11 meses del año pasado, debido a la suspensión de la campaña de ligas menores por la pandemia.
Cuando finalmente regresó al terreno de juego, lo hizo con los Gigantes del Cibao de la pelota invernal dominicana y solo pudo disputar dos compromisos antes de sufrir una lesión que lo marginó por el resto del torneo.
En pocas palabras, Herrera no solo batallará con los amargos sentimientos que han crecido en su contra en el seno de la franquicia, sino también con dos candidatos que recibirán un vistazo más a profundidad por parte del mánager Joe Girardi y con su prolongada inactividad.
Un paso en la dirección correcta, sí, pero salvo algún contratiempo considerable, los días de Herrera como miembro oficial del equipo grande lucen enterrados en el pasado. Su mejor opción de volver a un rol regular en las mayores parece estar en la agencia libre, donde algún otro equipo le brinde un contrato de ligas menores con una invitación más prometedora que la que recibió este martes.
Escrito por: Andrés Espinoza Anchieta | @AndresEspinoza
Foto: AP.