Rafael Ortega es uno de los bateadores más consistentes en la temporada 2020-2021 de la Liga Venezolana de Béisbol Profesional (LVBP) y gracias a eso se erigió como la principal “bujía” del ataque de Caribes de Anzoátegui.
El jardinero central, de 29 años, es un primer toletero natural, pero en esta cita se adaptó, a la perfección, a trabajar como tercero en el orden.
No cuenta con la corpulencia propia de un slugger, pero cumplió a cabalidad el rol de llevar a compañeros a la goma. En los primeros 19 choques que disputó, acumuló 15 carreras empujadas, la máxima cantidad entre los miembros de La Tribu Oriental.
El campocorto Luis Sardiñas (12) y el polivalente Willians Astudillo (12) son sus escoltas en ese departamento de fletadas dentro de la novena portocruzana.
Ortega también sumó 24 hits, el total más elevado en la tropa dirigida por Jackson Melián, en la que también figura segundo en dobles conectados con cinco. Comparte ese último puesto con Astudillo.
Ortega es un toletero selectivo
El tigrense, que afronta su décimo torneo y cuarto con la divisa indígena, es un cañonero selectivo. Negoció 14 bases por bolas y sólo se ponchó nueve veces en este curso.
Exhibió un average de .329 en el arranque de la justa, producto de sonar 24 hits en 73 oportunidades. Entre sus conexiones sobresalieron tres jonrones. Gracias a eso, comparte con el inicialista Balbino Fuenmayor el segundo lugar del rubro en las filas porteñas.
Astudillo, quien al igual que Ortega cuenta con experiencia en la Major League Baseball (MLB), comanda el renglón de poder con cuatro cuadrangulares.
La paciencia en el plato del Ortega también le permitió lucir un porcentaje de embasado (OBP) de .443, el tercero mayor entre integrantes de Anzoátegui. El intermedista Everlouis Lozada (.500) y Fuenmayor (.450) lo superan en ese aspecto.
En constante circulación
Ortega atraviesa un buen momento en la LVBP. Antes de la tanda del jueves, en la que los aborígenes chocarían con Leones del Caracas, se embasó en 18 de 19 compromisos.
Aprovechó algunas ocasiones en las cuales estuvo en circulación para hacer gala de su velocidad, porque se robó dos bases en tres intentos. Además pisó la goma en 16 ocasiones.
Esa actitud, aunada a que mantenía unas medias de slugging (cojines alcanzados) de .521 y un OPS (suma de OBP y slugging) de .957, lo convirtieron en uno de los líderes ofensivos de Caribes y en una de las razones por las cuales el equipo se encamina a la postemporada.
Antes del tope contra los melenudos, Anzoátegui lideraba la División Central con un balance de 12-7, el mejor de todos los conjuntos de la LVBP.
Escrito por: Joseph Ñambre | Twitter: @JosephSports27
Foto: José Ramón González | Prensa Caribes de Anzoátegui