Hablar de un jugador venezolano actual en los Yankees de Nueva York, es apuntar directamente a Gleyber Torres. El caraqueño está en medio de un sólido arranque de temporada, que tiene a todos a la expectativa de si por fin recuperara su ritmo de 2018 y 2019, cuando se convirtió en All-Star y proyectaba ser la base del futuro para la organización.
Sin embargo, son las mismas fallas que ha presentado Torres en los últimos dos torneos las que han alimentado la idea de un posible ascenso para su compatriota Oswald Peraza este año.
Por ahora, la posibilidad parece estar completamente descartada; no solo por la mencionada gran producción de Torres y de los neoyorquinos en general, sino porque Peraza se ha visto sumergido en un «slump» considerable durante las primeras de cambio de su campaña en las menores.
En 16 juegos disputados con la sucursal Triple A Scranton/Wilkes-Barre durante el mes de abril, el segundo mejor prospecto de los Yankees cosechó una pálida línea ofensiva de .197/.290/.328, con 14 ponches y apenas seis boletos recibidos.
Si bien mayo no ha traído consigo un cambio drástico en el rendimiento de Peraza, sí que ha servido para exhibir una versión más alentadora. Antes de la jornada de este jueves, la joya larense registraba un promedio de .250 en sus primeros ocho duelos del mes, con un slugging de .438 y un OPS de .711 puntos.
Banquete de mitad de semana:
Este pasado miércoles, Peraza tuvo uno de sus mejores desafíos del joven torneo, al irse de 5-3 en la caja de bateo, incluyendo un cuadrangular de dos carreras que fue su tercero de la zafra y el primero desde el 28 de abril.
El criollo, de 21 años de edad, registró ese día su tercer encuentro de múltiples incogibles en lo que va de 2022 y conecta para .263/.317/.421 en sus últimos 10 cotejos, con cuatro extrabases, tres remolcadas, tres boletos y otro trío de bases robadas.
Dichos números todavía están muy lejos de reflejar lo que se espera de Peraza, quien está rankeado por los expertos de MLB Pipeline como el prospecto número 58 de todo el beisbol en la actualidad; no obstante, es digno de destacar que esta es la primera temporada completa del venezolano en la antesala de las Grandes Ligas, pues en 2021 disputó solo ocho de sus 115 juegos en la categoría.
Entre Triple A, Doble A y Clase A Fuerte el año pasado, Peraza marcó una excelente línea ofensiva de .297/.356/.477, con 26 dobles, dos triples, 18 cuadrangulares, 58 fletadas y 38 almohadillas estafadas.
El buen arranque de los neoyorquinos, sumado al flojo desempeño global del barquisimetano hasta los momentos, parece más que suficiente para que el alto mando de la divisa no visualice un ascenso en el horizonte.
Pero si Peraza continúa retomando su ritmo ofensivo habitual, es muy posible que los directivos del club se vean tentados a brindarle una oportunidad con el equipo grande en algún punto de la vigente temporada, aún cuando su año dorado para brillar en el máximo escenario luce más real para 2023.
Escrito por: Andrés Espinoza Anchieta | @AndresEspinoza
Foto: Cortesía Scranton/Wilkes-Barre RailRiders.