Absolutamente nadie puede dudar de que Tony La Russa tiene un espacio en el Salón de la Fama. Sus registros como mánager hablan por sí solo y su nombre aparecerá siempre entre las discusiones por quién es el mejor piloto en la historia de las Grandes Ligas. Por eso el mundo de las Grandes Ligas le abrió las puertas cuando los White Sox anunciaron su contratación.
El tema está en que La Russa se acostumbró a llevar las riendas de un beisbol completamente diferente. Cuando se marchó en 2011, cerrando un ciclo más que exitoso con los Cardinals, los robos de base, el bateo y corrido eran estrategias vitales para buscar más ofensiva. El manejo de los lanzadores se basaba más en los instintos que en las estadísticas.
Actualmente, es diametralmente opuesto. Al estratega se le pasan continuos reportes numéricos sobre su equipo y del contrario. Tiene limitaciones para hacer cambios y hasta recomendaciones por parte de la gerencia. Al parecer, Tony La Russa batalla con ese nuevo beisbol que se encontró.
ESPN, a través del periodista Jeff Passan, reportó este lunes que el clima dentro del clubhouse de los White Sox no es el mejor. Las fuentes que consultó el acertado reportero le aseguraron que los jugadores “pierden la paciencia” con la forma que tiene de dirigir La Russa, lo que ha incomodidad a varias personas dentro de la organización.
Es la información que se filtró luego de una semana complicada para Chicago. El pasado martes Lucas Giolito confesó luego de permitir varias anotaciones en una derrota que se quedó sin energía, algo que Tony La Russa afirmó que nunca detectó.
Con los White Sox perdiendo por tres en la parte baja del octavo de ese juego y la carrera del empate en el plato, Tony La Russa decidió dejar que Billy Hamilton bateara en lugar de usar un bate de poder desde el banco. El dirigente, de acuerdo a sus declaraciones, estaba «buscando un sencillo allí”.
La dura transición de Tony LaRussa
La columna de ESPN fue muy crítica con el beisbol que está implementando Tony La Russa. El estratega sigue confiando más en sus instintos que en la sabermetría, algo que no se perdona en el beisbol moderno. Ni siquiera la prensa objetiva miró hacia otro lado.
“Uno puede perdonar a Tony La Russa por una difícil transición de regreso al banquillo. Estuvo fuera durante 10 años”, escribió Passan. “Y, sin embargo, en algún momento, esa excusa se cansa, y con algunas de las maniobras de La Russa, uno puede entender por qué la paciencia en algunas partes de la casa club de los White Sox se está agotando”.
La Russa continuamente ha decidido apostar más por los veteranos en lugar de los prospectos de Chicago. Los White Sox, que estaban llamado a dominar de principio a fin la División Central de la Liga Americana, tienen marca de 15 victorias con 12 derrotas. No es un mal récord, pero dentro del equipo sienten que podría ser mejor con decisiones diferentes.
“La Russa es un miembro del Salón de la Fama debido a su perspicacia estratégica, y es aparentemente la razón por la que el dueño de los White Sox, Jerry Reinsdorf, lo sacó de su retiro”, continuó Passan. Así que verlo estropear las cosas tan mal deja a los White Sox en un lugar peligroso: con un mánager que no está optimizando el talento fenomenal que se le ha dado”.
Escrito por: César Sequera Ramos |@CesarSequera33
Foto: Chicago White Sox