Torkelson vive su sueño ligamayorista de la mano de un ídolo en Miguel Cabrera

La mayor parte de este inicio de temporada dentro de los Tigres de Detroit se ha basado en la persecución del hit 3.000 por parte de Miguel Cabrera. Y con toda razón, tomando en cuenta que se trata de una cifra que muy pocos peloteros en la historia han conseguido y que además es básicamente un boleto que garantiza la exaltación al Salón de la Fama de Cooperstown.

Pero detrás de la algarabía por la venidera gesta de Miggy, en el clubhouse de los bengalíes hay otras razones para celebrar. A pesar de su reciente inclusión en la lista de incapacitados, Javier Báez ha deslumbrado con guante y bate a su nueva afición. Tarik Skubal continúa dando señales de sus intenciones de establecerse como el «as» de la rotación por años, y Spencer Torkelson, el prospecto número uno de la organización, no ha tardado mucho en dejar evidencia del talento que lo posiciona como la próxima gran figura del club.

Torkelson es visto como la nueva sensación de la alienación de Detroit. El encargado de mantener el impacto gigantesco que generó Cabrera en el corazón ofensivo del equipo por toda una década. No es una tarea sencilla, pero la joya ha respondido a la altura hasta los momentos.

Sin embargo, más importante aún para Torkelson, es que ha podido dar sus primeros pasos en el máximo escenario bajo la tutela del venezolano. De hecho, fue el mismo ex ganador de la Triple Corona el que accedió a ceder su preciado puesto en la primera almohadilla para acomodar al novato, pues según las palabras del mismo Cabrera, los Tigres tienen una mayor posibilidad de triunfar con él en el lineup.

Inolvidable de lado y lado:

El sábado fue un gran ejemplo de cómo Torkelson se nutre del brillo del maracayero. El hit número 2.995 en la carrera de Cabrera, que también significó el doble 599 para él como ligamayorista, lo colocó en la intermedia como la potencial rayita del empate para los felinos frente a los Reales.

No obstante, la promesa norteamericana tenía algo mucho más grande en mente que tan solo igualar las acciones, por lo que decidió llevar la pelota al otro lado de la barda con el segundo cuadrangular de su joven trayectoria en la gran carpa, poniendo a los Tigres arriba en el marcador.

Al llegar al plato, Cabrera se dio la vuelta y esperó el arribo de Torkelson. Cuando ambos se reunieron en el «home», Miggy chocó ambas manos con el prospecto, en un momento que quedará grabado en la memoria de la primera selección en el Draft de 2020.

«Eso fue increíble«, le comentó Torkelson a MLB.com posteriormente. «Fue verdaderamente genial. Un momento muy especial. Ese inning no ocurre sin su doble«, añadió.

Si bien el contrato actual del 11 veces invitado al Juego de Estrellas tiene dos opciones adicionales para 2024 y 2025, su último año garantizado en el acuerdo será 2023. Cabrera ha dado a entender en entrevistas pasadas que su intención es ponerle punto final a su carrera una vez culmine esa contienda, por lo que Torkelson todavía tendrá varios juegos para aprender del criollo.

El escenario ideal parece estar programado en Detroit: Cabrera se retirará de las mayores con Torkelson en la cúspide, como su sucesor, completando el pase de la batuta. Pero hasta que ese momento llegue, los aficionados de la novena – y del beisbol en general – disfrutarán de dos generaciones de bateadores que esperan celebrar, aprender y ganar juntos por un tiempo más.

Escrito por: Andrés Espinoza Anchieta | @AndresEspinoza

Foto: Cortesía Tigres.

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