Barcelona, un fracaso tras otro en la Champions League

Otra vez fuera de la Champions League. La pesadilla del Barcelona no termina. Una segunda eliminación consecutiva profundiza la decepción. No bastaron los 153 millones de euros que la entidad blaugrana se gastó en fichajes para recuperar competitividad y volver a ser protagonista en el máximo torneo de clubes de Europa.

La derrota de este miércoles en Camp Nou, por 0-3 ante Bayern Múnich, su bestia negra, fue su tercera en la actual edición del torneo, cumplidas cinco jornadas de las seis programadas para la fase de grupos, y significa despedirse con la peor cara posible, en medio de una nueva humillación y con las dudas revoloteando alrededor de la figura de Xavi Hernández, el entrenador que casi un año después de su llegada al banquillo sigue sin convencer ni devolver al Barsa al lugar donde debe estar por su historia y jerarquía.

¿Fracaso? No hay duda de ello. Aunque jugadores como Marcos Alonso señalen que no es momento para sacar este tipo de conclusiones y que debe esperarse al final de temporada, queda claro que no avanzar más allá de la primera fase es un incuestionable fiasco, un mazazo que no solo provoca efectos en lo deportivo, sino que repercute en las finanzas de la institución.

La eliminación del Barcelona es injustificable

Lluís Mascaró, director del diario Sport de Barcelona, publicó un editorial apenas terminó el compromiso. Se fue por la calle del medio. No dudó en catalogar la nueva eliminación como “fracaso” y además señaló que es “injustificable”.

Fracaso consumado. Porque quedar eliminado de la Champions, por segunda temporada consecutiva, en la fase de grupos es un fracaso para el Barça. Por mucho que ahora se trate se rebajar las expectativas generadas sobre el nuevo proyecto, el objetivo de mínimos en Europa no se ha cumplido. Y eso solo puede calificarse de fiasco. No estar en los octavos de final de la Champions es un triple varapalo deportivo, económico e institucional. La imagen del Barça queda terriblemente afectada en un momento en el que, más que nunca, había que demostrar que el equipo volvía a estar entre los grandes del continente. Y no ha sido así. No hay que buscar excusas para intentar justificar la injustificable eliminación. Es verdad que las circunstancias adversas han perjudicado (mala suerte en el sorteo, lesiones inoportunas, polémicas decisiones arbitrales…) los intereses blaugranas, pero el KO ha sido provocado básicamente por errores propios: el equipo no ha sido competitivo y eso, en la Champions, se paga muy caro.

Es muy duro estar fuera de la Copa de Europa antes de que acabe el mes de octubre. Pero hay que asumir que esta es la realidad de este Barça. Todavía no está al nivel que exige la competición. Porque no se trata solo de ‘jugar bien’ a ratos, como se ha hecho en algunos partidos, sino que se trata de ganar. Y el Barça solo ha ganado 1 encuentro de los 5 disputados. Toca ahora reflexionar. Y, también, tomar decisiones inmediatas en forma de fichajes. Habrá que aprovechar el mercado de invierno para invertir mucho y bien. E intentar avanzar en las salidas que en verano quedaron encalladas. Hay que acabar la revolución inacabada. Con Xavi al frente. Eso sí que es incuestionable…

La Liga Europa, un consuelo con sabor a humillación

Al Barcelona no le quedará más remedio que jugar la Liga Europa en el próximo semestre. Al certamen de “segundones” asistirá por segunda edición consecutiva, tras asegurarse el tercer lugar del grupo C, debajo del Bayern Múnich y el Inter de Milán. Lo que para muchos clubes es una alegría, la oportunidad de seguir trascendiendo, para el cuadro catalán es una humillación. Pero ni modo, le toca mirar hacia adelante y tratar de ganar el torneo para evitar que el sinsabor sea mayor.

Escrito por: Carlos José Méndez / @CarlitosJMendez

Foto: Cortesía

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